Las elecciones suelen dejar perlitas y detalles exquisitos para el análisis político y los pases de bando, si bien ya son costumbre, no dejan de ser de los más sorpresivos, sobre todo cuando se dan en un periodo corto de tiempo.
Ejemplos hay muchos, pero para muestra solo hace falta un botón dice el dicho popular; en la provincia de Buenos Aires hay varios candidatos que en las elecciones generales anteriores, las de 2019, fueron por los diversos cargos con su cara en una papeleta, pero que en estas PASO, están en la vereda opuesta. Veamos algunos.
Entre los intendentes se puede mencionar al mandamás de San Pedro, Cecilio Salazar, el dirigente de la UATRE que en 2019 se postuló dentro de Juntos por el Cambio y ganó en las urnas de su distrito. En el medio de su mandato, se fue como funcionario nacional, pero volvió en medio de una polémica con su hijo, Ramón. Hoy, ambos son candidatos, el padre dentro de Unión por la Patria y el hijo en el espacio de Javier Mieli, La Libertad Avanza.
En la misma situación se encuentra la diputada provincial, Natalia Sánchez Jáuregui (también de la UATRE), que por el acuerdo partidario que regía en 2019 ingresó a la Legislatura bonaerense en la boleta de Juntos por el Cambio, pero al poco tiempo armó su unibloque para luego pasar definitivamente al Frente de Todos, hoy UxP, en donde nuevamente encontró lugar en la lista para ir por la renovación de la banca.
Otro intendente que pegó el salto en solo cuatro años fue Arturo Rojas, el jefe comunal de Necochea, que también ganó a nivel local dentro de Juntos por el Cambio, pero luego tomó un rumbo vecinalista y hasta formó su propio sello “Nueva Necochea”, espacio con el que competirá por la reelección.
Si de intendentes hablamos, otro de los casos de salto es el de Sergio Bordoni, mandamás de Tornquist que fue parte de Juntos por el Cambio, pero las profundas diferencias con los dirigentes del PRO como Mauricio y Jorge Macri lo hicieron alejarse de la coalición. Así, fue acercándose a Axel Kicillof y este año irá por la reelección colgado de la papeleta de Unión por la Patria.
Caso contrario el de Guillermo Viñuales, quien fuera funcionario de Lomas de Zamora en la primera línea del equipo de Martín Insaurralde y de la lista del Frente de Todos en la que participó como concejal en 2019, pasó de lleno a la de Juntos por el Cambio y hoy es uno de los precandidatos en el municipio detrás de Horacio Rodríguez Larreta y de Diego Santilli.
Otro ejemplo de múltiples pases es el de Carolina Piparo, la exdiputada y funcionaria platense que comenzó su trayectoria política en Juntos por el Cambio, pero se sumó a las filas del liberalismo en 2021 como compañera de José Luis Espert para las elecciones legislativas. Así consiguió una banca en la Cámara de Diputados. Tras la decisión de Espert de sumarse a JxC, Piparo decidió romper con Avanza Libertad y finalmente se sumó al armado de Milei.
Otro de los que dejaron el sello que los acompañó en 2019 fueron los que firmaron en aquel momento por el ex Consenso Federal y hoy tienen otros destinos. Es el caso del senador Eduardo “Bali” Bucca, quien en 2019 peleó por la Gobernación bonaerense dentro de ese espacio de la “tercera vía”, pero en 2021 ganó su banca dentro del Frente de Todos y ahora irá como primer concejal de Unión por la Patria en Bolívar.
Otro dirigente de ese espacio extinto es el mandamás de Chivilcoy, Guillermo Britos, quien ganó las elecciones en su distrito, pero luego se mostró con una fuerte impronta vecinalista y, tras ser sondeado por Milei para la Gobernación, confirmó que irá por la reelección con su propio sello “Primero Chivilcoy”.
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