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Bilardo presidente 2003: la candidatura trunca del Doctor… ¡con Maradona en el Gabinete!

Si me votan todos los que me dicen, va a ser un paseo”. En tiempos en donde Juan Román Riquelme augura ganar las próximas elecciones de Boca por “95 a 5”, la frase podría haber sido enunciada por el ídolo del Xeneize. Sin embargo, este no es el caso, ya que su autor fue nada más y nada menos que Carlos Salvador Bilardo, quien apenas un día después de iniciado el año 2001, anunciaba su candidatura a presidente para las elecciones nacionales de 2003… ¡y hasta deslizaba la posibilidad de sumar a Diego Maradona!

Si bien la crisis de diciembre de 2001 todavía no había estallado, las cosas no eran sencillas en la Argentina y Bilardo encapsulaba parte de ese voto bronca que se hizo grito a fin de ese año, con el que se vayan todos. “No confío más en la Justicia. Nos cansamos, como se cansaron muchos argentinos y queremos llegar a todos ellos, porque creemos que son muchos los que están descontentos. Hablé con empresarios, exfiscales, gente trabajadora y comenzamos a arribar, arribar, arrimar… Y acá estamos”, señalaba el Doctor en uno de sus primeros discursos políticos.

En diálogo con La Nación y pocas horas después del comienzo del 2001, el Doctor definía a su fuerza como “un centro integrado por empresarios, gente trabajadora, médicos, exfiscales y exjueces”. ¿Y Maradona? ¿Podía sumarse a su gesta política? “Diego se puede desempeñar en cualquier plano, porque conoce más que nadie a la gente. Cuando él habla, hay que escucharlo”, disparaba. Al Narigón, si algo no le faltaba era confianza: “He enseñado cómo se viaja en avión a los diputados. Les he enseñado cómo se recuesta el asiento y hasta cómo hay que escuchar música”.

Los meses pasaron, los carteles de “Bilardo 2003” inundaban las calles de Buenos Aires y el Doctor no abandonaba su sueño. En el medio, el país transitó uno de los períodos más oscuros de su historia reciente con lo que fue la crisis de diciembre de ese año, con la gente en las calles y el entonces presidente Fernando De La Rúa abandonando la Casa Rosada en helicóptero, la tinta de su renuncia todavía fresca en el despacho presidencial.

Hay que estar con la gente, porque aquí la gente está bien. Los que están mal, muy mal, son los políticos. Los argentinos ya están hartos y lo demostraron anoche, yéndose a las calles, en masa, de forma inesperada, sin que nadie, salvo su propia desesperación, los haya convocado”, analizaba Bilardo el 21 de diciembre de aquel año, en diálogo con As. Lejos de bajarse de la carrera ante la sugerencia de que era una “locura”, Bilardo hasta se permitía analogías futboleras para analizar una situación que, para muchos, parecía irremontable: “Por remediar los males de mi pueblo soy capaz de pegar los pelotazos que hagan falta. Yo salto al ruedo político para defender a aquellos que se han arruinado pese a que pagaban sus impuestos. A los otros no. Perón decía: ‘Muchachos, el diez está bien, pero no se lleven ochenta’. Yo no quiero que se lleven ni diez, ni ochenta ni un solo peso. Iré contra todos aquellos que han robado. Aquí se robaron el dinero del pueblo. Se sale a 20 minutos de Buenos Aires y hay pueblos que carecen de agua potable, la gente no tiene trabajo, no come, no puede estudiar y no tiene médico”.

El Doctor tenía una misión, pero la política le embarró la cancha. “Empezó a pasar el tiempo y él se dio cuenta de que, lamentablemente, con sus propios ingresos y su dinero era imposible llevar adelante una campaña política. Iba a tener que empezar a recibir dinero y apoyo de otros lugares y, ahí, ya no tenía sentido lo que él quería”, reflexionó Karina Rodríguez, su exsecretaria, en la serie de HBO que narra la vida del Narigón. Esa dificultad económica, sumada a la negativa de la Justicia -esa que el exentrenador señaló en su primer discurso- de reconocer su candidatura, hicieron que el sueño de Bilardo 2003 quede trunco.

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