Como ocurre cada vez que se acerca la temporada alta, los apostadores son sorprendidos con esta mala noticia. El juego es un magnífico negocio de recaudación del estado, provincial en este caso. Ruleta y Black Jack también aumentarán sus valores, que repercutirá en la asistencia a las salas y en muchos casos a la duración de los apostadores en las mismas, obviamente por razones obvias, se quedan “pelados” más rápidamente.