Denunció a mdphoy.com el trabajador portuario Rolando Gutiérrez, quien a renglón seguido aseveró que “los guincheros así como los compañeros estibadores, vivimos con la incertidumbre de no saber qué nos va a pasar porque nadie se hace cargo de que las empresas y cooperativas cumplan con los protocolos de seguridad”.
Gutiérrez trajo a colación la muerte del güinchero Jorge Mañas, que cayó al agua en el sector de la Terminal 3 del Puerto local y la tragedia reciente del joven trabajador que falleció aplastado por una grúa, atribuyéndolas a la falta de control por parte de las autoridades portuarias.
“Las autoridades del Consorcio del Puerto deben hacerse cargo de la situación límite a la que hemos llegado y hacer cumplir los protocolos de seguridad”, reclamó.
Trabajador portuario murió luego de caer al agua
Asimismo, aseguró que “el puerto es tierra de nadie las empresas y cooperativas no están cumpliendo con las normas de seguridad, trabajar en el puerto es como jugar a la ruleta rusa todos los días. Por eso queremos que el presidente del Consorcio Martin Merlini, nos escuche y tome cartas en el asunto de una vez por todas”.
Rolando Gutiérrez, trabajador portuario.
Enfatizó además que “esta situación no se aguanta más, no podemos seguir sumando muertes de compañeros, se deben tomar medidas drásticas en cuanto a las habilitaciones para que las cooperativas y las empresas se ajusten a las normas de seguridad”.
Finalmente murió el operario arrollado por la grúa en el Puerto
Gutiérrez sostuvo además que “no puede ser que hace unos días atrás los mismos compañeros tuvieron que salvar con una soga a un muchacho que se había caído al mar cuando tendría que haber salvavidas al costado del barco porque las empresas tienen la obligación de ponerlos”.
El trabajador portuario concluyó planteando un interrogante de hierro: “¿Cuántos compañeros más tienen que morir para que se tome conciencia de lo que está pasando, y les caiga la ficha que la vida de un trabajador en el puerto no vale nada y que esto verdaderamente es tierra de nadie?”.
Roberto Latino Rodríguez