El presidente de la Asociación de Productores Porcinos de la Provincia de Buenos Aires (APROPORBA), Alejandro Lamacchia, se mostró preocupado por la situación que están atravesando los pequeños y medianos productores porcinos bonaerenses.
En este marco, explicó que “el profundo cambio en el escenario se produjo con las medidas tomadas por el gobierno actual como la quita de retenciones, el ajuste del tipo de cambio y la liberación de las importaciones que generaron la baja del precio del capón y un aumento general de los precios”.
“Todo eso representa una situación muy difícil de asimilar que está originando que los pequeños y medianos productores evalúan la posibilidad de salir del negocio”, señaló.
La provincia de Buenos Aires cuenta aproximadamente con 40 mil pequeños y medianos productores porcinos, que representan el 90% del total de los productores provinciales. Si a eso se suma la mano de obra producto de la fuente de trabajo asociada, más de 400 mil personas podrían ver afectada su fuente de trabajo.
“Esta situación se profundiza por la importación de carne porcina fundamentalmente de Brasil, ayudando a acelerar la crisis el desconocimiento del destino de los cortes, ya que no existe un relevamiento y estadísticas serias al respecto”, aclaró Lamacchia.
Subsidio al cereal y control de precios
Asimismo, Lamacchia indicó que “la comisión directiva de APROPORBA se reunió con las autoridades de la provincia de Buenos Aires en febrero pasado y entregó un documento en el que describió los problemas que tiene el sector y un conjunto de medidas para desarrollar un plan de acción”.
Entre las medidas, la Asociación destacó: “establecer un subsidio al cereal fundamentalmente al maíz con un mecanismo que pueda aplicarse al pequeño y mediano productor (teniendo en cuenta que el 70% del costo es el alimento) o por kg de carne producido”.
A su vez, solicitó la conformación de “una mesa porcina provincial (MPP) interdisciplinaria que permita tener una comunicación fluida con todos los actores relacionados con el sector”.
“Otra forma de atacar el problema sería a través de un control de los precios de góndola a través de precios indicativos por el intervencionismo estatal del mercado. Los precios de góndola son originados por los frigoríficos y por las grandes cadenas de supermercados, siendo hoy el valor de la media res porcina un 25/30% más baja que la carne vacuna, cosa que no se percibe en el mostrador”, recalcó.
Mataderos municipales
En el corto y mediano plazo, APROPORBA le planteó a las autoridades ministeriales que se reactiven los mataderos municipales que permitan a los productores disminuir los costos de flete y facilitar el control de un plan sanitario.
También solicitó el desarrollo de un relevamiento de la cantidad de productores existentes y tipo de producción realizada que permita reunir información para la confección de un plan para el sector en el corto, mediano y largo plazo que abarque a todos los niveles estatales en particular Nación y Provincia. Y la construcción de un mercado concentrador de carne porcina regional que permita definir el valor del kg de carne a través de la oferta y la demanda.
“El plan de largo plazo debe ser confeccionado por el gobierno nacional a través de las intenciones de desarrollo que deberán abarcar por lo menos hasta el año 2050 lo que permitirá que los Estados Provinciales puedan confeccionar sus planes de mediano y corto plazo. Mientras no exista un relevamiento que permita obtener información concreta obtenida en el terreno, cualquier planificación a largo plazo no tendrá la solidez científica que la situación requiere”, concluyó.