Política

Arroyo ganó sin hablar y capitalizó todos los errores

arroyo02La ciudad más importante del interior del país, tendrá nuevo intendente, Carlos Fernando Arroyo. No responde a las luces del centro. Con ostracismo, taciturno y cero onda mediática, llegó casi sin hacer campaña, pegó el salto cuando aparecieron las primeras rupias amarillas del partido del ingeniero Mauricio Macri. El PRO, después de todo, es otra formación de raíz vecinal, a partir de cuya transformación gobierna la Capital Federal desde hace 8 años y que puede tener un presidente de la Nación el próximo 22 de noviembre. Es un clásico voto castigo, que ya lo había empoderado en la interna de CAMBIEMOS, cuando derrotó a Baragiola.

El intendente electo casi sin hablar, con la compañía de su soledad, aprovechó los garrafales errores de campaña del oficialismo, y también el hartazgo del relato oficial. El fracaso de potenciar al rival más débil en la interna de CAMBIEMOS y la instalación de una campaña en su contra, (que lo terminó de consolidar) montada desde el diario La Capital, fue una ayuda indirecta que benefició al concejal de Agrupación Atlántica. Sólo la tuvo que empujar y sin arquero. Las condiciones de la herencia no son para envidiar y hará falta más que una luna de miel para equilibrar el funcionamiento.

No se conoce con precisión si Arroyo soñó con ser intendente, pero sí que se le alinearon todos los planetas y estuvo en el lugar indicado en el momento preciso.

¿Por qué se le alinearon los planetas?

Porque como mínimo el 60 % de los argentinos, decidió poner fin al turno kirchnerista. CAMBIEMOS fue el paraguas del acierto.

Porque esa ola arrastró al gobierno municipal, que no pudo ni supo contener el aluvión de cambio, inesperadamente representado por Arroyo.

Porque los actuales socios del intendente Pulti agotaron el crédito marplatense; hay un fuerte rechazo al doble comando que ejercieron desde el multimedios La Capital, que impone caprichosamente sus objetivos económicos empresariales, la población con su derecho a voto, utilizó ese arma para desalojar un color del gobierno.

Porque la ciudad lidera en el país, las estadísticas más caras para el sentir de una sociedad organizada: asesinatos, desocupación, pobreza, trabajo informal, crecimiento del 300 % de asentamientos (al 2013), casi todos los hogares marplatenses están afectados por alguno de estos flagelos. Scioli hizo un aporte generoso para que su propio proyecto sea destartalado, en la ciudad que según él lo deslumbra.

Porque hay evidencias de su sociedad con Aldrey Iglesias, y este miércoles próximo habrá una demostración cuando se inaugure el shopping de la vieja terminal, imperativamente denominado Paseo Aldrey, sin aprobación oficial.

Porque el hartazgo fue un condimento excluyente para negar un tercer mandato, acompañado por un desgaste de gestión que sufre los embates de un modelo que ha llegado a su fin. Ya no alcanza con haber cerrado la agenda vieja, el CEMA, la nueva terminal, el emisario submarino, la policía local y los polideportivos barriales. El ciudadano capta esa onda, sus antenas registran otras señales más poderosas.

Porque la oferta electoral, aún con gusto a ruda macho, alimentó el descontento popular y lo capitalizó en una fórmula a la que ni siquiera la une el espanto. Mar del Plata quedará en manos del oportunismo electoral, que en esta coyuntura ha servido a esos fines, pero su cohesión abre dudas a futuro.

Hubieron además las clásicas razones políticas, que terminan de ordenar una conclusión. El fuerte rechazo de Mauricio Macri a Vilma Baragiola. Al jefe de la ciudad Autónoma de Buenos Aires nunca le cerró la candidata de la UCR. Para Macri, Arroyo en Mar del Plata, es un Del Sel, un Baldassi o Mc Allister, no hay que darle más vueltas. Para ser claros, tampoco ni “Pepe” Mujica ni el maestro que se jubiló como tal siendo abogado, esos son cuentos chinos. Macri tiene que poner el GPS para llegar a Mar del Plata, para él no es la ciudad que deslumbra a la inmensa mayoría de argentinos.

Desde que Pulti se hizo cargo de la interna del P.J., acumuló sellos pero no votos. Su divorcio casi público por la derrota de Scioli en la ciudad, lo dejó más aislado. Scioli y Aníbal Fernández, son anclas que sólo garantizan hundirse sin remedio, no hubo opciones, y desmarcarse ya no estaba entre sus posibilidades.

La reelección de Gustavo Pulti coincidió con el 54 % de CFK en el 2011. Estos últimos cuatro años fueron convivir con el descontento, especialmente de la clase media que había sostenido a Acción Marplatense en el 2007, en el apogeo de los K. Hay allí, una especie de vasos comunicantes de los votos que no tienen dueño, que se van prestando según el ánimo del ciudadano. Hoy ha sido uno de los ejemplos más rotundos al respecto.

Pulti compró (como lo hizo Daniel Katz en 2005 y 2007) llave en mano el modelo K. Es que las ciudades de las características de Mar del Plata, se han tornado esencialmente dependientes en las tres últimas décadas. Son ciudades tipo flotantes, incapaces por si solas de administrase con recursos propios.

Surge la creación de sobretasas que son paulatinos aumentos encubiertos de servicios urbanos, que sepultaron equivocadamente el plan de obras públicas con fondos afectados que con éxito había instalado el profesor Blas Aurelio Primo Aprile, con “los 3 y 4 $”. Casi todas las grandes obras de infraestructura urbana son de la Nación.

Pulti rompió alianzas con sectores que habían impulsado y sostenido a Acción Marplatense. Sus nuevas compañías eran todo un desafío. La municipalidad no es un resorte para dar cobijo a la militancia ni protección desmedida a una demanda social cada más intensa. Se acaba más a la corta que a la larga, este es el precio y el riesgo que se asume con su cambio de rumbo, que se torció con respecto al pregón desde su banca, cuando su banco predilecto fueron los gobiernos de la UCR.

Jorge Elías Gómez

jgomez@mdphoy.com

Un comentario

  1. Espero con gran ilusion que Mardel tenga un verdadero cambio, que el nuevo intendente no cumpla sus funciones solo en el radio del centro..Los barrios, tambien forman parte del paisaje de esta gran ciudad…Hace muchos anos, creci, jugue,comparti y concurri a una escuela de barrio, mas precisamente en el barrio Belgrano, hoy..marginado, olvidasdo e incluso despreciado por cualquier politico, que solo puede pisar lodo, piedras y tierrales cuando han querido prometer cambios, solo por un voto.Hace 17 anos deje mi barrio, mi ciudad y mi pais…Pero quedan mi familia, amigos y los mejores recuerdos de infancia,sigo informada, y con tristeza veo que en todos estos anos, solo desmejoro, que las promesas de adelanto,cordon cuneta, arreglos de las calles, mejor calidad de viva, quedo archivadas en algun escritorio de todos los intendentes que han pasado por el municipio…Sr Arroyo…El cambio es ahora, quiero regrezar a mi barrio,donde podia estar con las puertas abiertas hasta tarde, donde no habia rejas, donde la plaza era utilizada para jugar,hoy ferias y delincuentes…Recuerde que es mejor que lo recuerden como un buen intendente, politico ,que como un ladron Mas!!!Hoy tiene en sus manos el cambio, Realicelo…..

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