Totalmente alejado de los agitados días preelectorales, el vicepresidente y vecino destacado de Mar del Plata, Amado Boudou, festejó anteanoche su cumpleaños número 53 con una fiesta para amigos y allegados.
El festejo, que incluyó un asado bien servido, se hizo en El Cielito y, acorde al lugar, contó con la participación de varias bandas de rock, aunque la única conocida fue La Mancha de Rolando, la preferida de Boudou.
Entre las presencias políticas hubo dos que se destacaron: el senador y ex jefe de Gabinete Juan Manuel Abal Medina y el líder de la Federación Tierra, Vivienda y Hábitar, Luis D’Elía.
Uno de los asistentes sintetizó el clima reinante en el festejo: “Hubo un clima de inconsciencia, alejado de la realidad. No hubo descontrol, pero sí inconsciencia”.
Tampoco la participación fue la que acostumbraba a congregar el vicepresidente en festejos anteriores. “Fue una concurrencia moderada, no más de 50 personas”, comentó un testigo.
Paradojas del destino, a tres días de que se defina el futuro político del país, quien estaba destinado a ser el heredero natural de Cristina Kirchner apareció fuera de la agenda. La próxima semana volverá a la actividad oficial, con un viaje a China al frente de una delegación de legisladores nacionales.
La Nación
