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Alvarado se quedó con las ganas y jugará la reválida

ferro33Que difícil es para Alvarado ver el vaso medio lleno, cuando se quedó tan cerca del objetivo pero no se alcanzó. Los cambios desde la llegada de Duilio Botella son notorios, fue el mejor equipo de la Zona 1 en la segunda rueda, terminó invicto con cinco victorias y cuatro empates, pero ni así, pudo clasificar. Porque aquel empate con Deportivo Madryn hace siete días atrás, ahora duele todavía más, porque fueron los dos puntos que faltaron para estar festejando el ingreso al tetradecagonal. Encima, fue a La Pampa, tomó el protagonismo, mostró querer ganar y no pudo pasar del 1 a 1 con Ferro de Pico, en la última fecha del Federal A. Por eso, se vuelve con el sabor amargo de estar en la Reválida, sabiendo que hizo lo posible y más para ir a la lucha de arriba.
Si hace dos meses hablábamos de un Alvarado peleando hasta último momento el ingreso al tetradecagonal, hubieran dicho que estábamos locos. Entonces, no se puede caer a los jugadores que pelearon hasta el último segundo por ese objetivo y estuvieron muy cerca de conseguirlo. No se logró, pero no se resignó nada en busca de lograrlo. Conociendo la obligación de ganar, salió desde el primer minuto a tomar la iniciativa y atacar con González enlazando a los volantes con los delanteros y Carrizo y Molina lastimando por las bandas. Así, empezó a generar ocasiones que no pudieron aprovechar Castillo y, en mayor medida, Leonardo Roda.
Ferro tenía chances matemáticas, pero eran muy pocas y se comenzaron a diluir rápidamente, cuando Cipolletti pasó a ganar en Neuquén y Deportivo Roca se puso en ventaja sobre Alianza de Cutral Có. De todas formas, no se fue de partido e hizo su juego, lo trabajó, empezó a trabarlo en el medio y quiso sorprender con la habilidad de Emanuel Hermida por todo el frente de ataque y la peligrosidad de Sebastián Merlo por el centro. Las ocasiones de gol no fueron muchas, pero favorecieron al “torito”, que estuvo más cerca de Crusat que el “verdolaga” de Pucheta, que también tuvo que intervenir un par de veces para ahogar el grito local.
A la vuelta del vestuario, con los resultados más claros de lo que pasaba en las otras canchas, Alvarado supo que con el triunfo se metía en el tetradecagonal y salió a buscarlo sin tanta claridad como en la primera etapa, pero con igual de ganas. Y generó alguna situación de gol, pero empezó a dejar espacios para los peligrosos atacantes de Ferro. La expulsión de Ponce a los 16’, terminó de desarmar al “torito”, que quedó con un planteo muy ofensivo. La jerarquía de los hombres de punta hizo el resto, cuando Emanuel Hermida quedó cara a cara con Joaquín Pucheta y tocó a un costado para el 1 a 0.
Con un hombre menos y la necesidad de hacer dos goles, parecía imposible que la historia se pudiera revertir. Pero el corazón del equipo salió a la luz y se lo llevó por delante, el ingreso de Facundo Machado le dio juego y todos se fueron al ataque para buscar el gol que le diera vida. A los 39’, Ramiro Jorge fue el que estaba dentro del área visitante y definió ante Crusat para poner el 1 a 1 y darle dramatismo al cierre del encuentro.
El resto fue para el infarto. Porque con los centrales en el área rival, Madrid tuvo el segundo y se perdió cerca, todos estaban al ataque y eso le abrió chances a Ferro que no supo capitalizar de contra para sepultar las esperanzas del conjunto marplatense. Hasta que a los 47’ llegó la jugada fatídica que todos gritaron gol, porque otra vez el “Moncho” ganó en el área y la pelota, pidiendo permiso, se terminó escapando apenas afuera. La imagen del final fue con Pucheta buscando la hazaña pero no hubo caso.
Un sabor amargo por no haber conseguido el objetivo y lo cerca que se estuvo. La tranquilidad de haber peleado hasta último momento y mostrar que se está a la altura para dar pelea. Con el descenso lejos en la tabla general, apuntando a una buena Reválida que le permita, en un camino mucho más largo, meterse de nuevo en la lucha por el ascenso a la B Nacional.
Foto: archivo

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