Y una noche Newell’s volvió a ganar luego de seis partidos. Y vaya si la victoria tuvo recompensa. Porque la lepra con el trabajoso y sufrido 4 a 2 logrado ante Aldosivi, en el estadio Unico de San Nicolás, se sacó la mufa de los resultados adversos y por sobre todas las cosas obtuvo el pasaporte a los octavos de final de la Copa Argentina, ante la multitud rojinegra que copó las tribunas. Con enormes dificultades de gestación y muy frágiles atrás, los del Parque solucionaron todos los problemas con un puntería letal frente al arco rival. Con un gran Garro como figura, con doblete incluido, el rojinegro recuperó la vertical y el ciclo de Javier Sanguinetti salió del bache en que se había sumido.
Casi no se notó que Aldosivi jugó con un equipo plagado de suplentes y eso grafica que Newell’s estuvo errático, desconectado y por ello le costó horrores imponerse en el juego. Pero debía ganar y lo hizo con claridad en el resultado final, aunque siendo muy dubitativo en la puesta en escena, hasta que al entrar el área rival se le encendieron las luces. Y por primera vez en la era Sanguinetti pudo dar vuelta un resultado adverso.
Newell’s en el primer tiempo hizo casi todo mal. Fue lento, previsible, no tuvo juego interior con los volantes y atrás defendió para el demonio. La única virtud fue acertar a las redes rivales cuando estuvo con la pelota limpia frente al arco. La historia empezó torcida para la lepra. Porque Maciel habilitó notable a Braian Martínez, a la espalda de Méndez, y el remate del delantero abrió la cuenta en San Nicolás.
La defensa rojinegra hizo la estatua y el arquero también se quedó clavado. El tiburón mordió primero. Newell’s sintió el impacto y fue herido en busca del empate. Con empuje forzó el error en el área rival. Balzi capturó la pelota, abrió bien los ojos y colocó el balón junto al palo derecho del arquero Ingolotti. El pibe con el 1 a 1 apagó rápido el incendio.
Ditta no tardó en tomar la lanza, buscó a Rossi, hubo una carambola ofensiva y Garro quedó de cara al gol y estampó el 2 a 1. El rojinegro logro dar vuelta el resultado, con ímpetu, pero sin jugadas elaboradas.
Otra vez Brian Martínez apareció y abolló el caño izquierdo de Herrera. Fue un aviso de la última acción del primer tiempo. Gran jugada colectiva de Aldosivi, todo Newell’s miró y Meli lanzó una puñalada preciosa a Tobares, que le comió la espalda a Lema y definió para decretar el empate 2 a 2. Sanguinetti se fue al descanso lleno de dudas.
El complemento comenzó sin la adrenalina de emociones de la etapa inicial. Newell’s seguía con el freno de mano, sin ideas, sin conductor porque ni Sforza ni Balzi se animaban a tomar las riendas y Aldosivi lucía cómodo. Pero pasados los 10 minutos trepó Vangioni por la izquierda, centro a pura jerarquía del Piri y Garro le dijo que sí a la pelota con un frentazo y puso otra vez al rojinegro arriba.
Con el único argumento de la pericia y puntería en el área contraria, Newell’s volvió a resolver todos los problemas de gestación y logró respirar aliviado. Entraron Panchito González y Juan Manuel García por Garro y Rossi para oxigenar el ataque. Justamente Juanchón giro en el área y su tiro dio en el travesaño.
Fin de la historia. Claro penal a Balzi, que fue de menor a mayor en aporte de creatividad, y Lema sentenció el pleito desde los 12 pasos. Ahí si la multitud rojinegra respiró aliviada y comenzó a festejar la trabajosa clasificación.
El triunfo 4 a 2 ante un Aldosivi totalmente alternativo, que casi le arruina la noche a Newell’s, sirvió de enorme desahogo para los de Sanguinetti. Hora en octavos de final de la Copa chocará con Talleres.
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