Luego del debate y la aprobación sobre los 25 millones de pesos que OSSE destinará al arreglo de escuelas provinciales. Desde la intendencia deberían empezar a tomar nota del estado en el que se encuentran algunos colegios de la ciudad que no solo sufren la falta de gestión, sino el flagelo de la delincuencia.
Una vez más un grupo de forajidos ingresó a la Escuela Nº 15, ubicada en Belisario Roldán y Mansilla. Allí secuestraron la bomba de agua del establecimiento que había sido repuesta hace días, y lo que provocó en aquel momento, que los alumnos no concurran al lugar por espacio de 8 días.
Se presume que los malvivientes se dieron cita en el lugar durante la madrugada y que ingresaron sin ningún problema, ya que el cerco perimetral está cada vez más dañado.
El deterioro manifiesto del alambrado que protege la escuela.
La directora del colegio, Claudia Fernández, con respecto al alambrado señaló que “desde el 2013 estamos pidiendo por el cerco perimetral que nos permita resguardar la escuela de potenciales delincuentes”.
Este es el segundo robo de la bomba de agua que sufren en los que va del año. En aquella oportunidad los alumnos se quedaron sin poder concurrir a clases durante 8 días.
Asimismo Fernández expresó que “la bomba sumergible se encuentra en el patio entonces los malvivientes no tienen ningún tipo de inconvenientes para realizar el atraco”.
No obstante la titular del establecimiento recordó que “no solo tenemos problemas con el alambre perimetral, sino también contamos con el baño de varones clausurado, no tenemos calefacción, y existen problemas con la luz eléctrica”.
