Ciudad, Información General

A 21 años de la implosión de la manzana 115: un lugar ícono de Mar del Plata

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Se cumplieron 21 años del 16 de junio de 1999, ese día se produjo el derrumbe de una manzana completa comprendida entre las calles Belgrano, Buenos Aires, Moreno y Boulevard Marítimo, frente al Casino Central  que dio lugar a la Plaza del Milenio, durante el gobierno del profesor Blas Aurelio Primo Aprile.

La planificación y la ejecución estuvieron a cargo del ingeniero José María Conte, quien diagramó toda la operación desconocida en la ciudad por sus características. Fue un éxito y pese a la cantidad de edificios que rodean el lugar no se rompió un vidrio. Fue un hecho histórico, se recuperó un espacio público, para darle continuidad al paseo que arranca desde la Plaza Colón, Fuente del Milenio, Plaza de la Provincias, hasta la Peatonal San Martín y culmina en la fuente entre  San Luis y Mitre.

En esos años también se había finalizado la autovía que une a Mar del Plata con Capital Federal y se habían innovado las playas con un plan de refulado de arena. Otras épocas con otras expectativas.

Una expectativa que fue tapa nacional

Recuerdos del Ingeniero José María Conte de aquella noche

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El gato que sobrevivió a la implosión 

Se aprieta el botón pasadas  las 04.00 de la mañana del  16 de junio, coincidente con el Día del Ingeniero.  Cae el primer edificio sobre Moreno casi Boulevard Marítimo, se  disipa el humo, algarabía total, festejos, aplausos, entre los pocos que habíamos ahí. El sector estaba totalmente  protegido por mallas geo textiles por lo tanto el polvo no avanzó hacia el exterior de esa superficie protegida.

Cuando el polvo se disipó comenzamos a acercarnos a la montaña de escombros que había quedado, ¡¡¡ y vaya sorpresa  !!! cuándo estábamos llegando  a la punta de los escombros, había un gato sacudiéndose el polvo !!!,   allí se demostró  que los gatos tienen 7 vidas.


 

La pérdida de relación entre tiempo y espacio

En el protocolo, en la última etapa sonaba la sirena y cuando se apagaba ,  comenzaba el conteo regresivo 10, 9 , 8,  7……… , cuando se llegaba a cero apretaba el botón y se daba inicio a una descarga gaseosa. La misma llegaba a través de conductos muy pequeños de manguera especiales a los detonadores.  Cuando el gas se ponía en contacto con el detonador, se accionaba un pulsador automático que activaba la explosión.

Todo eso con la secuencia de milésimas de segundos, entre cada una de las explosiones, que iban a suceder para ir quebrando la estructura de hormigón,  de manera  tal que el edificio cayera como se había diseñado, lo que efectivamente sucedió.

Ocurre que aprieto el botón y empiezo a gritar ¡¡¡ no cae, no cae!!! ¿Qué pasó? ¡¡¡no cae !!! Mi secretaria (Silvia)  que estaba al lado mío, me zamarreó varias veces:

Qué te pasa ???  ya pasó !!!,  está perfecto, cayó,  te felicito !!!

Es decir hubo un espacio de tiempo, donde yo seguía viendo el edificio en pie, había escuchado la detonación y gritaba no cae!!!  no cae!!! no cae!!!

 El tiempo de duración de las expresiones no cae!!!  fue muy superior el tiempo de las explosiones a la caída, en ese momento parecía una cosa risueña.

Con el paso del tiempo alguien me explicó ese fenómeno, en situación de mucho estrés se pierde la noción del espacio / tiempo. El tiempo que conocemos como tal sigue a ritmo normal, pero en nuestro inconciente, esa relación entre espacio y tiempo cambia por unos breves instantes.

Por lo tanto, lo que la gente estaba viendo como presente yo no lo advertía, mis sentidos no advertían el presente,  estaba viendo el pasado, esa situación se da algunas veces y desde el punto de vista Físico está explicado por Albert Einstein.


La filmación de Crónica TV

La persona que había registrado las imágenes  todo el proceso de la demolición,  era el camarógrafo de Crónica el “Paisa” García,  obviamente hizo la filmación de la caída. Y después de los instantes posteriores a la implosión y de recorrer el lugar, para descomprimir me fui a tomar un café al Boulevard  (Confitería París) en la manzana del CasIno Central y por Crónica TV mientras esperaba el café  ya estaban pasando las imágenes de la demolición!!! Inolvidable.  Otra algarabía total


El cholo Ciano dejó el auto lejos

Otra nota de color la viví con  Vicente Luis “Cholo” Ciano, vino a la demolición,  llegó un rato antes, y me dice:

–          José María,  ¿dónde dejo el coche, en Moreno y Buenos Aires?

–          Cholito, porque no lo dejas un poco más lejos

–           Entre Ríos,?

–          Corrientes?

–           Un poquito más. Se asustó, lo dejó frente a LU 6 en la calle Córdoba y vino caminando. Eso sí, le dijo al camarógrafo, quédate no vaya a ser que derriben el edificio y nos quedemos sin la primicia.

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