A un año de que el intendente Gustavo Pulti presentara el proyecto para trasladar los bares de la zona de Alem a la Escollera Norte, se reabre la polémica entre los diferentes sectores políticos de la ciudad. Mientras el concejal Carlos Katz acusa al jefe comunal de “mentiroso”, el presidente del Deliberante, Marcelo Artime, consideró que “sólo una parta de la oposición” está en contra de esta iniciativa.
El edil de Consenso Local, Carlos Katz, calificó a Pulti de “mentiroso” tras las declaraciones del jefe comunal que señalaron a la oposición como la culpable del retraso en la puesta en marcha de esta iniciativa. “Dice que la oposición le demora los proyectos en vez de decir que el problema es que sus propuestas son inconsistentes”, criticó.
El proyecto vuelve a ser tratado, entonces, en al Comisión de Obra. “Pulti es muy mentiroso en estos casos, porque yo como presidente de la Comisión nunca me negué a poner en el orden del día cualquier expediente que pida un concejal”, señaló y agregó: “el intendente debería decir que la idea que presentó con bombos y platillos, era en realidad apresurada y había que estudiarla mejor”.
En este contexto, Katz estimó que la iniciativa del Ejecutivo podría limitarse a llevar a cabo la terminal de cruceros y evaluar otras alternativas para la nocturnidad. Como se recuerda, el retraso se generó al señalarse la inconveniencia de fusionar en un mismo lugar la actividad nocturna y la investigación marítima.
Sin embargo desde el oficialismo salieron a responderle a Katz. Fue el presidente del Concejo, Marcelo Artime, quien consideró que “el proyecto del traslado de los bares cuenta con el apoyo de la Presidente, del Gobernador, de los dueños de las bares y de los vecinos” y que “sólo algunos concejales no lo están”.
“Me resulta inentendible que el Concejo no haya dado su visto bueno de firmar el expediente. Es el único proyecto que en los últimos años ha surgido como algo transformador, no sólo de Alem sino de la Escollera Norte”, manifestó Artime.
No obstante, el edil oficialista reconoció las voces contrarias del Inidep y de la Universidad Nacional de Mar del Plata, a las que calificó como “absolutamente razonables”, aunque sostuvo que “nunca se marcó una cuestión que no pudiera solucionarse”.
