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Recordaron al doctor Osvaldo De Carli

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El recordatorio fue el sábado.

Su  sucesor fue el Dr. Felipe Ferrer Lavalle, quien inició la emotiva ceremonia realizando una breve semblanza de la persona del Dr. De Carli, destacando que, aunque él no pudo conocerlo, supo apreciarlo y respetarlo por el decir de todos aquellos que compartieron el tiempo y el lugar de trabajo: “Se trataba de una buena persona, con todo lo que ello significa”.

Antes de que sus hijos Juan Javier, Juan Matías y Roberta descubrieran la placa que desde ahora impone su nombre al Salón de Reuniones de la UAA en esta ciudad,  lo recordó la decana de la Facultad de Psicología Lic. Carmen Rodríguez Salgado, señalando lo siguiente:

“El Consejo Superior me honró con  decir unas palabras en este Acto recordatorio a  un  año del  fallecimiento de   nuestro querido y meritorio  Dr.  Juan Osvaldo De Carli, quien fue profesor y Rector de esta Casa de Estudios.

Todos sabemos también de la excelencia y humildad en su  recorrido  en la Justicia, donde llegó a ocupar el cargo de  Juez de la Cámara de Apelaciones en lo Civil y Comercial en Mar del Plata.

Mucho podríamos decir de la excelencia de su frondoso  curriculum y  de sus valores personales,  en su momento, nuestro hoy,   delegado Rectoral y la Fundación se encargaron de resaltarlo en  los distintos obituarios.

Es penoso aceptar la muerte, siempre lo es….En cuanto a Osvaldo esa pena se amplía a la pérdida de un hombre,  que supo imprimir en nosotros un  modelo ético y académico de gestión, que desde  su generosidad, su accesibilidad fue una de las tantas personas que pusieron  el hombro a nuestra Universidad, y a todos los que formamos parte de ella,  en momentos muy críticos.

Aún guardamos en nuestras retinas  su sonrisa, mezcla de autoridad y bonhomía, al igual que su cariño y amor en nuestros corazones, por eso me atrevo a decir en nombre de los que acudieron a este acto, y de aquellos que no pudieron llegar, que le estamos profundamente agradecidos por lo que fue y por lo que se negó a ser.

También evoco las palabras tan escuchadas, que todos recordamos  cuando nos surgía elogiarlo,  su respuesta a todo esto  “pero déjense de PAVADAS….”

Tuve el privilegio de  hablar  mucho en su último y doloroso tramo de vida….sus temas eran: .su familia, sus hijos, la Universidad…..Recuerdo lo que decía cuando se refería a su anterior cirugía que lo había llevado también al  limite,  y donde  había  “Gambeteado  a la muerte…”:

Parafraseando un lejano texto:

Hay un tiempo para todo y un momento para cada cosa. Un tiempo para nacer y un tiempo para morir. Un tiempo para reír y un tiempo para llorar. Un tiempo para bailar y un tiempo para lamentarnos. Un tiempo para buscar y un tiempo para dejar ir.

En este acto recordatorio, sin pompas, como él hubiese querido,  podemos dar este testimonio, fuimos testigos de su existencia……y es a través de cada uno de nosotros que su recuerdo vive y que aquello en lo que él creía seguirá vigente….

Porque somos en tanto somos recordados.

“Sólo dejaremos de existir cuando nadie nos recuerde”.

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