El ministro de Economía Hernán Lorenzino, ha pasado de la cuerda al pértigo en los últimos meses, negando la inflación, riéndose del dólar paralelo y fugando de una entrevista con una periodista griega con la trágica frase (para un ministro de Economía) “Me quiero ir”, como fruto de la desolación que sufre en su cargo el funcionario, que no ha conseguido siquiera ganarse la confianza de sus pares.
En la Municipalidad, ya se menciona al secretario de Hacienda, Santiago Fernández como el “Lorenzino” del gabinete, aunque Fernández permanece en su cargo, ya que Pulti no le ha aceptado la renuncia que presentara oportunamente. Pero el titular de la secretaría de Hacienda, no atiende a nadie, preservándose en su despacho.
Aún con la recomendación de Lucila, esposa del intendente, nadie accede a Fernández y la atención de proveedores que pretenden cobrar deudas que tienen dos años, queda en manos de empleados de segunda línea de la Secretaría de Hacienda.
