La Conferencia Episcopal Argentina tuvo una suerte de “elección primaria” para definir quiénes serán los candidatos a suceder al cardenal Jorge Bergoglio en la presidencia de ese organismo luego de que tengan lugar las elecciones estatutarias previstas para noviembre próximo, así informa Perfil digital, citando como DyN como agencia informativa.
Fuentes eclesiásticas consultadas dejaron trascender que “existiría cierto consenso” para postular al arzobispo José María Arancedo, de Santa Fe, como presidente del Episcopado, aunque aclararon que para eso “habrá que esperar hasta noviembre”.
La eventual terna de candidatos para ocupar el cargo que Bergoglio puede completarse -revelaron las fuentes- con los arzobispos Andrés Stanovnik, de Corrientes, Héctor Aguer, de La Plata y Jorge Lozano, de Gualeguaychú.
Algunos de ellos figuran, además, para integrar la mesa ejecutiva, que también debe renovarse tras la jubilación del arzobispo Héctor Villalba, de Tucumán, y la probable promoción presidencial de Arancedo.
De acuerdo a fuentes eclesiásticas, el prelado santafesino, primo hermano de Raúl Alfonsín, es considerado un “progresista moderado” y con un perfil más dialoguista que Bergoglio.
En tanto, Stanovnik estaría bien visto en el Vaticano por su experiencia como vicepresidente del Consejo Episcopal Latinoamericano. Por su parte Aguer, representaría la línea más conservadora de la Iglesia y también contaría con buenos vínculos en Roma.
Lozano, según informaron, fue un gran defensor de los asambleistas de Gualeguaychú contra la instalación de la pastera de Botnia en esa localidad.
La reunión. Durante las dos jornadas de la reunión de la comisión permanente, la veintena de obispos se dedicó a organizar la asamblea plenaria, de carácter electivo, de noviembre próximo.
También escuchó informes de comisiones episcopales, sobre todo de temas “preocupantes” para la Iglesia como el avance legislativo de proyectos para despenalizar el aborto o permitir “la muerte digna”.
La asamblea general será en la segunda semana de noviembre, cuando unos 120 obispos de todo el país se reúnan en El Cenáculo de Pilar para celebrar la 120° Asamblea Plenaria Episcopal.
