Arte y Cultura, Música

Por las chicanas del 2×4

Quienes digan que el tango carece de nuevos autores, es porque no quiere arriesgar demasiado. Con nuevo lenguaje y nuevos sonidos, el género se ha ido reinventando como lo demuestra la agrupación La chicana, que este sábado a las 22 se presentarán en la Villa Victoria (Matheu 1851) en el marco del ciclo Traiga su manta y escuche.

El grupo fundado a fines de 1995 está compuesto por Dolores Solá, Acho Estol y Juan Valverde y tienen como objetivo interpretar el tango de espíritu transgresor de la guardia vieja. En la Villa harán un recorrido por su amplio repertorio y adelantarán temas de su próximo material -un disco doble con versiones y temas propios-, que se encuentra en plena etapa de grabación.

La chicana fue, con el tiempo, definiendo un repertorio propio contaminado por esa mirada marginal, irónica y con predilección por ritmos canyengues. Allí se abrieron a otras sonoridades como afro, folklore y rock, y también Estol encontró en la voz de Solá la vía de comunicación para sus letras surrealistas que mezclan pibes chorros con reinas de la noche y postales barriales con paisajes de cabaret.

Ganadores del premio Gardel 2004 en Tango (nuevas formas) el grupo lleva 15 años demostrándole al mundo que el tango es un género vivo. De la mano de esta banda, el lenguaje del género parece ser ideal, también, para la expresión de generaciones nacidas en los 60´, 70´ y  80´. En sus letras conviven Roberto Arlt, Celedonio Flores, Charly García, Leopoldo Marechal y Enrique Santos Discépolo. Pavada de referencias.

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