Peñarol tuvo un mejor inicio ante un rival que se mantuvo a tiro mientras entraron los triples de Alejandro Konsztadt. El “Milrayitas”, repartiendo bien el goleo se alejó primero 15 a 8 en cinco minutos. Juan Pablo Figueroa metió 4 puntos, Sebastián Suárez, Alejandro Diez y Rob Reed 3 y Roberto Acuña 2. Además, Franco Giorgetti aportó ocho viniendo desde el banco en un ratito para que su equipo se escapara 30-18 al sonar la chicharra.
Facundo Piñero intentó arrimar a su equipo con protagonismo ofensivo en el inicio del segundo cuarto (8), pero Giorgetti estaba encendido y con un triple calmó la reacción, alejó a Peñarol 35-21 y obligó a Guillermo Narvarte a detener el juego con un tiempo muerto en apenas un minuto. Allí, La Unión creció y estampó un 10 a 0 para situarse 35-31, de la mano de Torin Francies, gravitante con 8 unidades cerca del canasto. Luego Peñarol cambió a tiempo y mejoró, para encontrar siempre un triple y poder volver a tomar distancia con las apariciones de Reed y Giorgetti (43-35).
De todas maneras, en la recta final, la ofensiva local cayó en un pozo y los formoseños aprovecharon para ponerse a cuatro con el protagonismo de Piñero (44-40). Allí apareció Rob Reed en la última para clavar un triple sobre la chicharra y poner la distancia en siete (47-40).
En gran parte del tercer cuarto, Peñarol mantuvo esa distancia obtenida en el final del segundo. Pero La Unión, de la mano de José Vargas y Diego García, pudo ponerse a un doble (59-57). Juan Manuel Torres y Suárez aportaron, pero lo más importante fue lo que hizo Giorgetti, quien engrosó su cuenta personal hasta llegar a 17 unidades y darle a su equipo cuatro de ventaja al finalizar el segmento (61-57).
Un encendido Vargas comandó la reacción del elenco formoseño, que en dos minutos y medio del último cuarto pasó al frente 65-63. El venezolano marcó ocho puntos al hilo ante un Peñarol que se aplacó en ataque y cedió el liderazgo en zona caliente. De todas maneras, con defensa asfixiante y Reed adelante (10 puntos casi seguidos), el “Milrayitas” reaccionó en un momento complicado y pudo adelantarse otra vez (76-67) cuando restaban dos minutos.
Fue un quiebre clave, porque La Unión ya no pudo volver a atacar con claridad y Peñarol se soltó para terminar ganando con comodidad por 80-67. Defendió muy bien, adelante contó con Reed con la confianza por las nubes y dejó atrás la caída en el clásico.
