Arte y Cultura, Cine

La sensibilidad y el pueblo

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Otro ritmo. El film dirigido por Federico Godfrid y Juan Sasiaín cuenta con una atmósfera particular.

Precedida de un interesante suceso en diversos festivales, incluido el premio de mejor película argentina para la FIPRESCI en el 23º Festival Internacional de Mar del Plata, se verá este martes y miércoles en la Sala Piazzolla (Boulevard Marítimo 2280) el film La Tigra, Chaco. Será en dos funciones a las 18:30 y a las 20:30.

Dirigido por Federico Godfrid y Juan Sasiaín, cuenta con actuaciones de Ezequiel Tronconi, Guadalupe Docampo, Ana Allende, Federico Ibáñez. Su exhibición se dará en el marco del ciclo de Nuevo Cine Argentino que lleva adelante el Teatro Auditórium.

La película está ambientada en La Tigra, un pueblo de la provincia del Chaco integrado por apenas veinte cuadras desoladas. Así, se convierte en una interesante propuesta para lo que es el cine nacional habitual, ya que sale del centralismo capitalino y se anima a ahondar en un territorio desconocido del interior.

Esto no es chauvinismo pueblerino, sino tener la posibilidad de que el cine argentino cuente con otra geografía, que se anime a mostrarnos otros espacios alejados del código audiovisual que uno como espectador ya ha generado con la Capital. Y, para más detalle, adentrándose en una historia sensible y vinculada con lo romántico.

En La Tigra, Chaco el relato se centra en Esteban, un chico que vuelve al pueblo mencionado para tratar de recuperar el vínculo con su padre. Sin embargo, como este nunca aparece, eso llevará al joven a vagar por el pueblo e intentar otro objetivo: retomar el romance con Verónica. Un film sensible, uno de los mejores estrenos nacionales de 2009 en las salas del país.

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