Ciudad, Política

La municipalidad muy comprometida

El GEN a través de los concejales Guillermo Schutrumph y José Cano, presentaron un informe donde precisan observaciones que despiertan intranquilidad, sobre la administración municipal. La incógnita sobre cómo se resolverán los problemas de un financiamiento permanente, de la Mar del Plata dependiente que se ha gestado. Desvíos de partidas y falta de ejecución de planes determinados con fondos afectados. Está cuestionado la cantidad y la calidad del gasto.

El documento señala textualmente lo siguiente:

“El municipio de Gral. Pueyrredón está transitando una crisis que tiene tres facetas o aspectos a considerar:

Crisis en la capacidad de construir consensos partiendo de las diferencias que existen.

Será bueno recordar el mensaje de OSHO en su libro Cambio donde expresa: “los opuestos son complementarios. Si te acuerdas de usar los opuestos como complementarios, los resultados serán más ricos y completos.”

No es lo mismo una mayoría para construir consensos con las minorías, que una mayoría para imponerse anulándolas.

En la riqueza de nuestras diferencias y en los ámbitos pertinentes para debatir en la construcción de consensos debemos promover las políticas apropiadas para instrumentar una sociedad más plural y respetuosa de las diferencias.

Crisis en la sostenibilidad económica-financiera.

Venimos denunciando el incremento, mes a mes, del déficit, la deuda y el uso de fondos afectados (Contribución para la Salud, Fondo de Promoción Turística) para pagar gastos ordinarios (fundamentalmente sueldos de empleados municipales).  Creemos que el cierre del Ejercicio 2010 nos va a sorprender desagradablemente.

– Crisis provocada por la insostenibilidad de un estilo de gestión desordenado y desprolijo.

La inobservancia de las normas vigentes, el incumplimiento de plazos y términos, la no rendición de cuentas en tiempo y forma, la demora en el suministro de información solicitada, el envío y recepción por parte de los contribuyentes de las boletas de la TSU antes de ser aprobado su aumento, son algunos de los ejemplos del peligroso hábito que tiene esta gestión a no respetar criterios que hacen a la transparencia y a la confiabilidad de la misma.

La realidad para nuestra ciudad es preocupante puesto que los máximos responsable de la Gestión Municipal no admiten la existencia de la crisis, viven en una burbuja donde lo único que cuenta son las obras. Los problemas de gestión y económico-financieros son ignorados, no existen.

Los efectos secundarios de las “soluciones simplistas de hoy” (endeudamiento, mal uso de fondos afectados, no pago a proveedores y acreedores, etc., etc.), se continuarán acumulando y nos aplastarán si no toman distancia para repensar las formas en que están actuando y tomando las decisiones.

El tiempo de trasladar la responsabilidad a otros o disimular profundos problemas  con soluciones sintomáticas que solo logran que los problemas “desaparezcan” transitoriamente se está acabando.

En general esta Gestión Municipal pondera las mejoras y resultados en el corto plazo, pero los efectos secundarios de sus decisiones y acciones cada vez nos cuestan más a la comunidad como sistema integral.

La verdadera gravedad de la crisis municipal tiene que ver mucho más con la negación de la realidad que con la posibilidad de resolver los problemas.

Se desarrolla un Relato paralelo a la Realidad. El Relato dentro de la burbuja y la Realidad fuera de ella.

Los funcionarios que están dentro de la burbuja, y que no son todos, están tan absortos en el “Relato” que no pueden entender el punto de vista de los que estamos afuera.

Todo este estado de cosas conduce a un peligroso estado de:

Autocomplacencia

La autocomplacencia es una sensación que una persona tiene sobre su propio comportamiento, sobre lo que tiene que hacer o no hacer.

La autocomplacencia es “una sensación de satisfacción o indulgencia consigo mismo, especialmente cuando va acompañado de inconciencia del peligro o de los problemas”.

Esta Gestión Municipal tiene un marcado sentido de autocomplacencia que la hace creer que quienes pensamos diferente lo hacemos de mala fe o por el solo hecho de impedir.

No es así, simplemente pensamos diferente y pretendemos aportar al bien común desde nuestras diferencias.

El rabino Bergman dice que “Ser indiferente a las diferencias atenta contra el bien común.”

Convocamos a generar el espacio que respetando las diferencias nos permitan construir consensos y contribuir así a una verdadera convivencia democrática.

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