Abunda la barba en variante hipster, tupida, alargada y, por sobre todo, hiperprolija. También el bigote inglés, solemne y llamativo. El moño, liso o estampado, a la orden del día, lo mismo que los ambos entallados y coloridos. Elegancia y estilo que se extienden a las motos, clásicas en su mayoría, de colección algunas, pero impecables todas para completar este perfil dandy con los que unos 150 participantes estrenaron la etapa local de la carrera Distinguished Gentleman’s Ride (DGR), una acción mundial para crear conciencia sobre los riesgos de la salud masculina, como el cáncer de próstata y las enfermedades mentales.
La imagen de los pilotos, potenciada también por la originalidad de los cascos que usaron durante la recorrida por la ciudad, fue un espectáculo para los transeúntes que los cruzaron al paso. “Parte de la estrategia es llamar la atención de esta manera para generar inquietud, una pregunta y que llegue el mensaje a difundir: la necesidad de hacerse controles para prevenir el cáncer de próstata”, explicó a LA NACION uno de los responsables de la organización marplatense, Carlos Torres Marella.
Ayer, en la DGR participaron simultáneamente más de 56.000 personas en más de medio millar de ciudades de 90 países. La iniciativa convoca a donar, por tarjeta de crédito, dinero para financiar las campañas de concientización y, al mismo tiempo, investigaciones de tratamientos del cáncer de próstata.
Maximiliano Bidal vivió ayer por primera vez “de local” otra edición del DGR. Desde aquí, participa de Movember, una fundación internacional y benéfica que ha hecho del bigote un símbolo del hombre y su salud. Entre sus acciones, Movember promueve que los hombres se dejen crecer el bigote los 30 días de noviembre como disparador de una acción global sobre salud masculina. “Con prevención e información, se puede reducir la cantidad de casos (de cáncer prostático)”, dijo Bidal a LA NACION.
Junto con el cáncer de pulmón, son las enfermedades oncológicas más comunes en los hombres. Cada año, se detectan 1,2 millones de casos de cáncer de próstata en el mundo. La detección temprana y el tratamiento adecuado son clave.
Bidal comentó que durante la DGR marplatense se hizo una videoencuesta callejera con tres preguntas: ¿qué lo hace sentirse hombre?, ¿reconoce cuestiones de salud de género? y en caso de una molestia, ¿aguanta o consulta con el médico? “En las respuestas, ya vemos que hay mucho para trabajar en la difusión y la prevención”, anticipó.
Joaquín Tiribelli se subió ayer a su Siambretta con el look elegante y la sonrisa distendida de quien, a los 29 años, y después de cuatro cirugías y nueve meses de quimioterapia, puede decir que superó un cáncer testicular. “La DGR es una excelente oportunidad para que todos tomemos conciencia de la necesidad de informarnos y hacernos los controles de salud”, explicó el joven, que recibió el primer diagnóstico hace dos años.
Entre tanto moño y corbata, también hubo varias mujeres como acompañantes en esta cruzada. “Muchas veces, son fundamentales para que los hombres tomemos decisiones importantes para nuestra salud”, destacó Bidal.
Darío Palavecino
La Nación
