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Aseguran que la situación del sector pesquero marplatense ha disminuido

43774En las últimas semanas se estuvieron publicando diversos artículos que indicaban una mejora del sector pesquero, tanto por el incremento del volumen de la pesca realizada, como por el valor de esos productos.

En esas notas, no se diferenció cuáles eran los importes que correspondía tanto en volúmenes de capturas como en valor de las exportaciones de dos productos de suma importancia, como lo son el langostino que incrementa el valor de las exportaciones realizadas en forma destacada y el calamar, que aumenta el volumen de productos pesqueros exportados, como consecuencia de un volumen importante de pesca, lo que por otra parte ocasionó una baja importante en su precio.

Pero, en relación al sector pesquero marplatense, cabe destacar que la situación no ha mejorado, ni relación al volumen de capturas ni en el valor de esas exportaciones, y en realidad la estadística demuestra que la actividad ha disminuido.

En el mes de Agosto de 2013, comparado con igual mes del año anterior, desembarcado 282.116 toneladas de pescado en el puerto marplatense, y en el  año 2014, también considerando al mes de Agosto, el desembarco fue de 262.858 toneladas, es decir, aproximadamente 20.000 toneladas menos.

Pero si analizamos como fue la evolución de la especies más utilizadas por la industria local,  para el mismo periodo anteriormente comparado observamos una disminución en sus capturas de un 7.4% para la merluza, de un 12.2% para el abadejo, de un 94.9% para la anchoíta, 37.6% para el besugo, 41.9% para la caballa y así en la mayoría de las especies desembarcadas.

Esto significa menores importes exportados y menor mano de obra ocupada por la industria pesquera, lo que demuestra que realizar análisis estadísticos, sin tener en cuenta las particularidades cualitativas que los mismos puede contener, llegaremos a conclusiones sumamente equivocadas.

Es indudable que hay menor actividad en el puerto marplatense.

También es indudable que esa menor actividad responde a que las empresas no tienen rentabilidad en ninguno de los productos pesqueros que mayoritariamente se producen en esta ciudad.

Cuáles son los motivos de esa situación:

1)  El evidente atraso cambiario, ya que es imposible para cualquier actividad tener que exportar con un dólar de $8.-, ya que al tipo de cambio vigente se le deben descontar las retenciones que se abonan,  y cuanto tienen que afrontar todos los costos internos de sus productos y servicios, ver que los mismos suben de acuerdo a la inflación, que es muy superior al ajuste que tiene el tipo de cambio.

2)  Lo absurdo de tener que abonar retenciones por los productos que se exportan, cuando con los mismos se obtienen para la Nación, los dólares que escasean en el mercado argentino. Como se encuentra reconocido en numerosas publicaciones, la exportaciones pesqueras no influyen en el costo de los productos pesqueros que se consumen en el mercado nacional, ya que es una actividad que exporta el 95% de su producción, por lo que, en relación a esos  productos, las retenciones son simplemente impuestos.

3)  La extraordinaria voracidad fiscal que aplica intereses de un 3% mensual por deudas de cargas sociales e impositivas, pero que devuelve los reintegros con una demora superior a los cuatro años, sin ajuste de ninguna naturaleza, lo que ocasiona un graven perjuicio financiero a las empresas.

4)    La demora generalizada en la devolución del IVA por las exportaciones realizadas, que ha llevado a las empresas a tener que interponer recursos de amparo para lograr la devolución del mismo, demora que también ocasiona graves perjuicios financieros.

5)  Es cierto que las empresas han obtenido en algunos casos créditos con tasas de interés especiales, pero en todos los casos esos créditos se han solicitado para compensar las demoras del Estado en la devolución del IVA y el pago de los reintegros, lo que realidad ocasiona un perjuicio adicional, ya que las empresas se deben endeudar agotando su capacidad crediticia y abonar intereses por no recibir lo que por ley les corresponde.

6)  El sobrecosto que significa el incremento en el precio de los combustibles,  que no se compensan con los precios obtenidos, los que se mantienen estables en el mercado internacional desde hace tiempo. El costo del combustible ha tenido un incremento mucho más acelerado que el que ha tenido el tipo de cambio lo que hace, como hemos dicho sumamente dificultosa cualquier operación comercial  rentable.

7)  La total falta de lógica de tener que abonar con el combustible el impuesto a las autopistas, que como no corresponde,  luego el Estado  lo devuelve en un término de aproximadamente 6 meses, ocasionando un importante perjuicio financiero además de la carga administrativa que implica la metodología de devolución.-

8)  La incidencia que tienen los costos laborales en relación al tipo de cambio que se recibe por las exportaciones realizadas, ya que la forma en que se han ajustado los mismos en los últimos años es totalmente diferente al ajuste que ha tenido el tipo de cambio, ya que los salarios fueron ajustados conforme la inflación real de la economía nacional. Si a ello sumamos  el incremento de las alícuotas que abonan las empresas a las ART, que en algunos casos superarán en 17% del salario bruto que se abonan a los trabajadores, y además,  la incertidumbre de contar con un seguro que no se sabe si va a cubrir o no los costos de las sentencias laborales por accidentes de trabajo.

9)   Como si eso fuera poco, las empresas ven aumentar todos los impuestos provinciales y las tasas municipales en una proporción que nada tiene que ver con la evolución del dólar que perciben por sus exportaciones.

10) La falta de trabajo, que ha perjudicado en grado sumo a los obreros del sector, además han ocasionado a las empresas un perjuicio adicional, ya que en muchos casos se ha tenido que abonar garantías horarias o mensuales de trabajo, por servicios que no se han prestado, con el agravante adicionar de tener que abonar cargas sociales por esos importes.

11) Todos los hechos relatados han disminuido el capital de trabajo de las empresas, por lo que en la actualidad observamos que muchos armadores no pueden sacar sus buques a pescar por no contar con el dinero suficiente para cargar el combustible necesario para emprender una marea.

Todas esas circunstancias que han sido reiteradamente expuestas ante las autoridades pertinentes, han sido comprendidas pero no han sido solucionadas por las mismas y en la actualidad, las empresas pesqueras marplatenses hacen saber que la situación de las mismas no ha mejorado, sino que, por el contrario, ha empeorado sustancialmente y está poniendo en peligro la continuidad de la industria.

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