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Un marino marplatense tripula el buque escuela chileno Esmeralda

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Extranjero. Toulemonde es el único tripulante no chileno del buque Esmeralda.

Cada año la Armada argentina con su par trasandina fortalecen lazos de amistad y realizan un intercambio profesional. Cadetes chilenos abordan la fragata ARA Libertad y se suman argentinos a la tripulación del buque escuela chileno Esmeralda. Este año se trata de un marplatense, el guardiamarina Agustín Toulemonde.

El Esmeralda zarpó de Valparaíso el 3 de enero pasado, dando inicio a un nuevo viaje de instrucción por los mares del mundo; una parte del cual se desarrolla en el marco del Encuentro de Grandes Veleros y la Regata por el Bicentenario de ambas naciones Velas Sudamérica 2010.

“Me incorporé a la Esmeralda el día de la zarpada y soy el único extranjero que hace completo el viaje, que concluye el 8 de agosto cuando el buque retorne a Valparaíso”, explicó Agustín durante la recalada del Esmeralda en el puerto de Buenos Aires, hoy en Ushuaia.

Desde el primer día a bordo, el guardiamarina Toulemonde se integró a la rutina del buque escuela realizando las mismas actividades que sus compañeros chilenos, cuya equivalencia de rango es la de subteniente. Esas actividades incluyen conferencias, clases sobre los cargos y maniobras en cubierta, entre las más destacables.

El marino marplatense ya cuenta con la experiencia que le dio la Libertad, ya que hizo su viaje de instrucción el año pasado, pero aclaró que “hay algunas diferencias propias de la marina de Chile.”

Oriundo de Mar del Plata, Agustín es hijo de marino y conoce el mar desde pequeño. Recuerda con una sonrisa sus veranos haciendo windsurf en las costas de la base naval o las clases de vela en el Centro Naval. “Yo viví siempre en Mar del Plata, porque mi padre es submarinista. Así que desde chico conozco el mundo naval pero eso no me hace más marino que mis compañeros”, aclara.

Respecto de los lazos familiares explicó que “esta es una de las separaciones más pero como familia de marinos estamos acostumbrados a ir y venir por todos lados, a las despedidas y los reencuentros”, comentó el joven aclarando que “ellos -su familia- están muy felices porque saben que estoy viviendo una experiencia única”.

Porque además de conocer en profundidad las costumbres de los marinos chilenos, “casi soy uno”, bromea; es consciente que está participando de una regata histórica y por ello está “orgulloso de poder representar al país a bordo.”

Sobre su rol durante la regata, indicó que “me tocó cubrir guardia en proa, específicamente en maniobras con las velas foques. Fue buenísimo, también difícil porque había régimen de cubrir maniobra a cada rato”, y amplió su experiencia sumando la variable del clima: “las condiciones meteorológicas eran muy cambiantes con lo cual todo el mundo tenía que estar atento a las órdenes, pero ver que se consiguen los 7 primeros nudos a vela es más que compensador”, comentó.

Por último, un tema ineludible durante la charla fue el reciente terremoto que azotó a Chile. Al respecto el guardiamarina Toleumonde explicó que se enteraron de la “noticia en alta mar y por eso aceleramos el arribo a Punta del Este para que todos pudieran desembarcar y llamar a sus familiares”.

“Lo más difícil fue la incertidumbre hasta que cada uno recibió la noticia del bienestar de sus seres queridos. Creo que lo tomaron con un espíritu de lucha muy alto y fuertemente apoyado en la contención de la Armada de Chile que respalda la seguridad de la familia naval, sobre todo cuando el padre de familia se encuentra cumpliendo misión”, concluyó del tema.

(Fuente: www.gacetamarinera.com.ar)

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