Arroyo sin agua: molestias en el propio gabinete con Dell Olio

Hay restricciones del servicio de agua potable que son programadas para que no se produzca una crisis en el sistema, pero eso no se dice. La garantía en la prestación quedó afuera del acuerdo entre las partes. Una de ellas ya cobró y el costo político lo paga el intendente Arroyo. Ni el SITOS ni Dell Olio han cumplido: numerosos barrios de la ciudad se han quedado sin agua o con poca presión, durante un fin de semana largo con baja actividad industrial y sin la presencia de 500.000 turistas como en temporada alta. No es para nada alentador el panorama, si esto ocurriera a mediados de enero las consecuencias serían lamentables.

Para colmo, OSSE es la única empresa que no le puede echar la culpa a la administración anterior, aunque en eso no le van en zaga a los demás. En privado lo defenestran al ex intendente Pulti por haberse mareado con los créditos internacionales y haberlos desviados hacia otros emprendimientos, como la nueva sede del edificio a la calle Tandil en el Barrio Libertad. Dell Olio para conservar el cargo, demolió a Pulti, en las charlas previas con el entonces intendente electo doctor Carlos Fernando Arroyo.

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Ya no sólo los propios vecinos que padecen la situación son los preocupados. El  tema está instalado en el propio gabinete del intendente Carlos Arroyo, aunque por su gravedad no se hace público, ya que no cierran las explicaciones del titular de OSSE con el cuadro de situación real, y esto ya ha sido advertido por quienes no aceptan ni aceptarán nunca esa decisión del intendente, a la que consideran una especie de traición.

Experto en un manual de excusas, en el cual no se excluye a los ingenieros del área operativa de EDEA (como ocurriera en años anteriores), los problemas surgen de la propia política de la empresa en función de la selección de las perforaciones de los pozos nuevos. Pero además el grave cuadro de situación llegó a funcionarios con rango de secretarios en el gabinete de Arroyo, que no se han expresado públicamente, pero comparten la preocupación.

Es obvio, ya que existe un alto rechazo a la continuidad del ingeniero Mario Dell Olio y a las imposiciones que parten del SITOS, el sindicato que actúa en sociedad con el titular de la empresa, desde la cual partieron feroces críticas y operaciones contra Carlos Arroyo y CAMBIEMOS en su conjunto, durante la campaña electoral, además de utilizarse a la empresa como objetivo político electoral, hasta en la manipulación de fondos.

En el seno del gabinete a Dell Olio le han sacado bolilla negra, y ayer sumó su quinta ausencia a las reuniones que se han convocado, a esta altura creen que cuenta con una licencia especial del propio Arroyo, producto del insólito acuerdo arribado para asegurar su continuidad en el cargo, que ninguneó al capacitado equipo de profesionales de OSSE que formaron y condujeron la empresa históricamente.

Tras la experiencia vivida con Julio Razona, en la intimidad del D.E. consideran que no existen justificaciones ni suficientes ni válidas que puedan explicarse al 45 % de la ciudadanía que lo respaldó con el voto, y claramente se expresó contra el kirchnerismo,  encima ahora para quedarse sin agua. No descartan que Arroyo sufra una nueva y rápida frustración, que en este caso tendría una raíz técnica y política, ya que una vez más debería admitir que no sabe de todo y que mucho menos es mago. Hay vigilia en CAMBIEMOS por la evolución de los acontecimientos, porque nadie puede justificar que pagando $ 300 por boleta se queden sin agua.