Los problemas en los barrios periféricos de la ciudad se agravan a cada instante, bandas conformadas por jóvenes armados luchan por el territorio, venganza, tráfico de estupefacientes, entre otras cuestiones sociales.
Debido a la violencia generada entre dos grupos antagónicos durante el fin de semana en el barrio San Martín, con diferentes tiroteos a cualquier hora del día, ayer las autoridades de la escuela 47 decidieron suspender las clases ya que escucharon detonaciones en cercanías al establecimiento educativo.
Algunos alumnos volvieron a clases esta mañana acompañados por sus padres, que aterrados dejaban a sus hijos en el colegio.
Sobre el mediodía, se observaban varios móviles policiales patrullando la zona, pero nuevamente comenzó un intenso tiroteo muy cerca de la escuela que alertó a los directivos y cuyos alumnos tenían terminantemente prohibido salir al patio.
Rosana Moreno, directora del colegio 47, cansada de esta situación afirmó a Brisas que “el año pasado tuvimos problemas con el comedor y este año estamos hablando de poder caminar por la puerta del colegio sin que a nadie le vuelen la cabeza de un tiro”.
Minutos más tarde el Grupo Halcón realizó dos allanamientos en la zona, donde apresó al que sería líder de una de estas bandas que opera en el barrio, un peligroso delincuente que posee antecedentes penales y esta acusado de herir de bala a un joven de 16 años.
Por su parte, personal policial custodia la salida de los niños del lugar y espera por los alumnos del turno tarde.
Asimismo Moreno, indignada por la realidad que le toca vivir señaló que “cuando falta el techo, la comida o uno camina esquivando balas, todo es distinto”.
No obstante también destacó que “en este trabajo nos encontramos con muchas familias que tienen ganas de crecer y de salir de esta situación de marginalidad, pero les resulta casi imposible. Veo mucha gente que cocina donde cualquiera de nosotros cocinaría para animales e incluso lugares donde residen que no están preparados para vivir o no tienen calefacción”.
