“Este capítulo para mi está concluido porque habló la Justicia, y de aquí en más, yo me dedico a trabajar en conjunto con mi bloque y con todos los concejales que quieran hacerlo, pero aquellos que desde estas bancas, se han expedido con insultos, en forma personal, deberán responder en donde corresponde que es la Justicia”, afirmó visiblemente emocionada, la concejal Vilma Baragiola. En el marco de una conferencia de prensa, que este miércoles brindó la bancada radical en el recinto de sesiones, para referirse a los fundamentos expuestos por la Fiscalía de Delitos Económicos, que decidió archivar la causa tramitada sobre el video difundido meses atrás, vinculado a un encuentro entre la edil, dos asesores suyos, y miembros del Sindicato de Camioneros de Mar del Plata.
“Quedo más que claro que esto ha sido una conspiración, en la búsqueda de sacarme del medio, estamos convencidos de que somos un obstáculo para algunos, que pretenden encarar la campaña para intendente el próximo año. Cada uno que saque su propia conclusión, yo tengo la conclusión de la Justicia que ha dicho que ni mis colaboradores ni yo, hemos cometido un hecho que roce ni con la ética ni con la ilegalidad”, sostuvo.
Asimismo manifestó que “esperaba poder escuchar las disculpas pertinentes, en los próximo días, y el desagravio. Yo sé que lo voy a tener pero de mis vecinos en las urnas el año que viene. Si restituirme o no está dentro de ese desagravio, es un tema que se discutirá aquí. Entiendo que deberían ir por ese camino. De todas formas se habían ensañado tanto con mi persona que no midieron que sacándome a mí, no tenían quien me reemplazara y después de quince días, cuando vimos que este concejo estaba acéfalo y al borde de la intervención, tuvo que ser nuevamente, la Unión Cívica Radical que se pusiera al frente y propusiera a alguien para llevar adelante la conducción de este Concejo porque los partidos que conspiraron no podían ponerse de acuerdo entre ellos”.
Y concluyó que “si de algo me arrepiento es del día en que accedí a hablar con la gente de Camioneros, porque nunca pensé que a partir de una charla de carácter general se iba a armar un video y orquestar todo lo que se orquestó en connivencia con la política, pero de lo que no me arrepiento es de seguir atendiendo a la gente en el cara a cara, en el mano a mano porque esa es mi esencia; y porque ese mismo pueblo, que no necesito tener una resolución judicial para seguir creyendo en Vilma y en el Partido al cual pertenezco, a diario me sostuvo, dándome su palabra de aliento para que siguiera adelante”.
Cerrando la rueda de prensa, el bloque Radical, a través de su presidenta Cristina Coria, reafirmaría que “siempre creímos en la conducta y honestidad de Vilma y es cierto que en estos meses que para nosotros fueron difíciles, sí aquí hubo faltas de conductas fue de aquellos que se complotaron para destituir a Vilma de la Presidencia del Concejo. Viendo en Vilma una clara amenaza para sus apetencias políticas”, sentenciando que “este proceso nos tiene que llamar a la reflexión porque acá se cruzaron límites de los cuales es difícil volver”.
UN LIBRETO TRILLADO: “ES UNA FALTA GRAVE, SEA O NO SEA DELITO”
En la antípoda, tomando una distancia sideral de cualquier gesto de desagravio, el bloque de concejales de Acción Marplatense, convocaría, un par horas después, a una contra – conferencia de prensa, que tuvo lugar en el despacho de su presidente, Ariel Ciano, y en la cual la concejal Claudia Rodríguez daría lectura a un comunicado, ceñido al mismo libreto, que llevó al exabrupto al edil Héctor Rosso, en ocasión de la sesión especial del 2 de agosto, donde el prejuzgamiento devendría en la remoción de la edil radical como Presidenta del Cuerpo.
“A mí nadie me va a decir en la calle que soy un chorro como a usted, Señora Presidenta”, la acusaría a viva voz, en aquella ocasión.
Ahora aferrada, con la fuerza de la obsesión al mismo video desestimado por la resolución del Ministerio Fiscal, como a una “verdad inamovible”, la bancada oficialista insistirían, compulsivamente, con la desgastada cantinela, “fueron, se sentaron, hablaron, pidieron. Eso está en el video y es una falta ética grave, sea o no un delito”.
Haciendo una vez más profesión de fe en el video, afirmarían que “un tecnicismo jurídico no disimula la falta grave que cometió Baragiola: el video donde piden contribuciones para aprobar un expediente es verdadero. Esa es la razón por la que se le retiro la confianza para presidir el Concejo”.
Trataron de explicar que “una cosa es probar un delito y otra, muy distinta, es quererle hacer creer a todo el mundo que acá no ha pasado nada. Fueron, se sentaron, hablaron, pidieron. Es cierto que no cometieron el ilícito en cámaras, como también es cierto que el propio radicalismo, por esos hechos, hizo renunciar a Constantino (actor de reparto en el video de Baragiola).
Y enclaustrados en su libreto, “advirtieron” que “ahora el radicalismo y Baragiola, a partir del archivo temporal de la causa (no la desestimación), quieren montar una suerte de olvido compulsivo sobre los contenidos del video. Eso no va a transcurrir sin que sigamos diciendo con claridad que la concejal fue removida de la presidencia porque la mayoría de los concejales, tres bancadas completas, perdieron la confianza en su idoneidad moral para que represente a todos”.
Roberto Latino Rodríguez
