Una vez más el intendente Guillermo se acomoda a las turbulencias de la política, se lanza al mar de las palabras que lo mantienen en definiciones confusas, como ya lo hizo en materia de seguridad, de restricciones, aforos permitidos, vacunados vip etc. y recuerdan que no abrió la boca cuando era candidato a intendente en 2019. Fue cuando el ex presidente Mauricio Macri licitó las áreas de explotación offshore, que involucraban a Mar del Plata desde el punto de inicio del emprendimiento.
“El intendente de Mar del Plata, Guillermo Montenegro, que hoy llamativamente critica la actividad offshore, se mantuvo en silencio en ese momento”, recuerda a LPO una fuente del Gobierno.
Ayer desde el gobierno no tardaron en recordarle su silencio y ya no resulta extraña esa actitud sino que forma parte de su estilo político, bastante errático por cierto como sus acercamientos con Alberto Fernández y Sergio Berni en actitudes personales que comprometieron a Juntos Por el Cambio.
La decisión del gobierno argentino de habilitar la exploración off shore en el Mar Argentino a la noruega Equinor, disparó la protesta ambientalista bautizada Atlanticazo, en distintos puntos de la costa y con epicentro en Mar del Plata.
El pasado 30 de diciembre luego de la luz verde del Ministerio de Ambiente que conduce Juan Cabandié se aprobaron los permisos para realizar estudios de exploración del subsuelo en tres áreas del Mar Argentino, ante a la posibilidad de encontrar recursos hidrocarburíferos, reservas de gas y de petróleo.
Los permisos se otorgaron exclusivamente para una de las nueve empresas que se presentaron a la licitación de estas áreas. Se trata de Equinor, la operadora local de los proyectos de YPF, empresa petrolera estatal de Noruega que acredita la mayor experiencia en este tipo de operaciones en todo el mundo.
“El interés que despertó la ronda de licitación internacional que se organizó en 2019 demuestra el potencial que el país tiene en estos recursos: 9 empresas de primera línea internacional comprometieron inversiones por 724 millones de dólares sólo para explorar el Mar Argentino”. afirman desde el gobierno
Se trata de una iniciativa del Estado Nacional donde el sector privado “es invitado a participar como ocurre en la mayoría de los países” afirma en un comunicado el Instituto Argentino del Petróleo y del Gas. Entre las compañías concesionarias, las hay de capitales extranjeros, pero también de capitales locales, como YPF de capitales estatales y también privados y mixtos. “Todas operarán bajo las mismas condiciones. Ninguna de ellas viene a saquear el recurso”, continúa el texto.
El proceso de licitación se realizó en 2019 bajo la gestión del expresidente Macri. Se adjudicaron 18 áreas por un total de 94.000 km2 de extensión sobre el Mar Argentino. En ese momento, el secretario de Energía, Javier Iguacel, consideró que la licitación fue un éxito y que “las nuevas inversiones que llegan van a permitir seguir ampliando el horizonte de reservas gas y petróleo a nivel global”.
“El intendente de Mar del Plata, Guillermo Montenegro, que hoy llamativamente critica la actividad offshore, se mantuvo en silencio en ese momento”, recuerda a LPO una fuente del Gobierno.
Lo cierto es que la exploración y explotación de hidrocarburos costa afuera, conocida como off shore por su traducción al inglés, no es ninguna novedad para la Argentina. El país busca hidrocarburos en su mar desde hace más de 90 años. Desde entonces, se han perforado 187 pozos en el lecho marino y se han producido descubrimientos de interés, sin incidentes ambientales significativos.
A modo de ejemplo, desde hace décadas existe producción de gas en pozos marinos de la Cuenca Austral, tanto en Tierra del Fuego y como en el sur de Santa Cruz. De hecho, el 17% del gas que se produce a nivel local proviene de 36 pozos operativos en el mar.
Durante el más de medio siglo de búsqueda en lecho del Mar Argentino se ha utilizado la “sísmica” como técnica exploratoria. Sólo entre 2017 y 2020 se registraron unos 120.000 km de sísmica en el Mar Argentino, en tanto como técnica utilizada en mar argentino data de fines de los 50.
En las costas bonaerenses, por caso, se han registrado desde 1960 unos 50.000 km de sísmica y se perforaron 18 pozos; el último en 1997.
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