Se paró desafiante de cara a las PASO. Pero nadie le dio crédito. “Estoy para competir con cualquiera”, advirtió. ” Yo ya lo dije en el debate presidencial” (2015), taladró.
Pero nadie lo toma ni en cuenta ni en serio, salvo su amigo y socio, Florencio Aldrey Iglesias quien maneja sus asuntos en Mar del Plata. La política lo dejó a él y no él a la política.
Hasta Manino Iriart, que negocia con La Cámpora, lo sacó de las pantallas en vía pública.
Hoy donde brotan peronistas candidatos por doquier, salvo su autopostulación, nadie se alinea en el sciolismo. No están ni Pepe ni Nicolás ni Karina, lo han dejado sólo, claro ahora ya no cobran.
En el futuro más próximo sólo una partida de ajedrez con Alberto Samid o un asado con el Rey de la Carne, lo esperan al motonauta, mientras resiste como diputado nacional.
No aparece en ninguna lista, el peronismo perdona traiciones pero derrotas, “Yoli” no es la excepción.
Scioli no logró tirar ningún ancla, no construyó una línea política siempre sospechada y bajo la investigación de la justicia. Arrancó con Menem y termina con los Kirchner pretendiendo una interna en la que nadie lo habilita ni en provincia ni en nación. Despegado de gobernadores e intendentes bonaerenses se vuelve de existencia política vegetativa en su banca de diputado, como su mentor y ex presidente en la de senador nacional. Los fueros son negocio irrenunciable tras la gestón pública política.
pichichi
renovaste el traje..
anda a ver a rolon…una de esas te pone los patitos en fila….