Difícil ordenar las prioridades en una gestión municipal morosa, que acumula atrasos y problemas sin resolver. La victimización que se aduce al anunciar discriminación adquiere una relativa significación, dado que la celeridad no es precisamente una característica del Departamento Ejecutivo del intendente Guillermo Montenegro. También se descartó el uso parcial con las habilitaciones en vigencia, que hubieran generado ingresos a los distintos clubes que integran la Liga Marplatense. No hubo la mejor predisposición y una programación en marcha tendrá como escenario el Estadio Único de la Plata, probablemente.
Trascendió que la intentona de volver a la programación del futbol de verano, un clásico de la temporadas alta, chocó con la negativa del intendente municipal quien hizo saber que no llegan con las obras del Estadio Mundialista, que recibió de la gestión del ex intendente Carlos Arroyo en condiciones de funcionamiento. Un poco de desidia, falta de actitud y aptitud hicieron el resto, digamos que no se hizo un esfuerzo como el exhibido para montar una pista para la categoría Enduro sobre las Playas del Acceso Norte. Un buen retorno con escasa inversión en el corto plazo rinde más a la hora de la toma de decisiones, que alienten a empresarios ir a la aventura de nuevos ofrecimientos, entre gallos y medianoche.
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