Política

¿Por qué Argentina necesita un tipo como Binner?

Walter BucetaCuando escuchamos, leemos o presenciamos las diversas operaciones que intentan desprestigiar al Dr. Hermes Binner, rápidamente me permito hacerme algunas preguntas, más bien una. ¿Por qué la Argentina necesita un tipo como Binner?

¿Será tal vez que necesitamos un dirigente honesto y transparente? ¿Que ha logrado transformar gobernando cada uno de los territorios donde la ciudadanía le ha permitido desarrollar sus ideas? Parecerá anecdótico para algunos, para otros tantos será una característica, pero en todos los casos no deja de ser un dato. Hermes Binner gobernó la provincia de Santa Fe, luego de haber encarado la mayor transformación en la ciudad de Rosario sin haber sido nunca procesado ni siquiera acusado de ningún hecho vinculado a la corrupción o el desmanejo del Estado. “Manos limpias y uñas cortas”, a partir de allí. Casi todo es discutible. Todo excepto los datos.

Bajo la gobernación del Dr. Binner, Santa Fe logró desarrollar el mejor sistema de salud pública  del país. Desde la provisión de medicamentos, el sistema de atención primaria, la cercanía de los efectores a cada vecino, la modernización de los equipos y la tecnología, el Estado de los centros de salud y esencialmente la concepción igualadora, pública y progresista de un sistema de salud que incluye y dignifica. El transplante gratuito de órganos, el menor índice de mortalidad infantil, por ejemplo dan cuenta de ello.

Pero tal vez no sea la salud sino la ecuación lo que nos haga ilusionarnos con su capacidad y trayectoria. La titularización de decenas de miles de docentes, el Estado de las escuelas y la rediscusión permanente y abierta sobre los contenidos y la calidad de la misma, pusieron, una vez más, al gobierno socialista de Santa Fe y a Hermes Binner, particularmente, en el centro de los elogios.

¿Será que no alcanza con salud y educación? Tendrá entonces que relacionarse con la política previsional y de trabajo. Imagino que el 82% móvil en su provincia o los comité mixtos de seguridad en el trabajo, o los acuerdos paritarios que acostumbran a mostrarle al resto de las provincias que Santa Fe nunca se detuvo, no amortiguó la marcha de las transformaciones por no saber o no querer resolver los conflictos que, genuinamente se dan en un territorio tan complejo.

Tal vez tenga que ver con la autoexclusión en la elección de los jueces y las reformas judiciales que muestran que no hay que tener poderes adictos para transformar; que los poderes son en plural. Que las instituciones transforman y se las transforma

Pero si no fuera nada de esto, tal vez podamos ensayar que ¿fue la cultura y su concepción popular y de calidad lo que caracterizó al socialismo en Santa Fe? o ¿la participación de los jóvenes en el gabinete Joven? o ¿los planes de vivienda que dieron solución habitacional a miles de compatriotas? o ¿la restitución de tierras a comunidades originarias? o ¿la modernización y planificación de un nuevo Estado? o ¿el enorme esfuerzo para desarrollar las economías regionales agregando valor, generando empleo y produciendo?.

Es posible también que las características personales muestren a un hombre moderado, de diálogo, intachable, con una visión moderna y el compromiso de construir una patria que equipare República con Igualdad. Igualdad con libertad.

Pienso que necesitamos  un tipo como Binner para demostrar que, en contraposición a la épica oficial, el progresismo no tiene tiempo de relatarse a sí mismo porque el país sigue siendo vergonzosamente desigual. Que las contradicciones de unos no son estrategias de otros.

Es entendible que para algunos sean más importantes las formas que los fondos; las declaraciones, incluso sacadas de contexto, que las políticas. Y es entendible porque así se construye el “progresismo” en algunas tiendas. Así, evitamos debatir las políticas y las trayectorias y no debemos ocuparnos de justificar a Guido Insfrán, ni a Boudou, ni a Massa, Scioli, Caló, los varones del conurbano ni los pactos con Menem, ni Chevron ni Irán ni la Ley Antiterrorista, ni la represión en el norte, ni el ahogo a las provincias no alineadas, ni los trenes, ni la corrupción, ni ganancias, ni la importación de energía ni nada que se le parezca.

Aprendí, que desde muchos sectores políticos se cree que las chicanas no respondidas se convierten automáticamente en argumentos. Aprendí también que se equivocan. Que una chicana no respondida directamente, es solo una chicana no respondida.

Por último, invitar a la ciudadanía a que no suscriba a la idea de que el debate es negativo para construir. Hermes Binner es, el Presidente del Partido Socialista al que orgullosamente pertenezco. Es, por Congreso Nacional, pre candidato a Presidente de la Nación por el Frente Amplio Unen. Un Frente que nació con la idea de construir una alternativa genuinamente progresista y duradera que reconvierta el esquema político en Argentina con la intención de avanzar en las transformaciones necesarias para que el 40 por ciento de nuestros niños abandonen la pobreza. Para que el millón de jóvenes que no estudian ni trabajan encuentren oportunidades, para que el 70% de los jubilidaos que sobreviven con el haber mínimo sean respetados. Para que no se robe. Para que no se mienta.

Argentina necesita un tipo como Binner para que bajo el adjetivo que quieran, el color que gusten, la caracterización que plazca, nuestro país avance, converja y se desarrolle en una patria con mejor salud, mejor educación, más federalismo, mejor democracia, ejemplaridad en la conducta, decisión de enfrentar al crimen organizado. En fin. Simplemente una Nación más justa y libre. Con más igualdad y mejor futuro.

Walter Buceta

Un comentario

  1. Porq no se puede votar a un socialista q dice q todavía cree en la mano invisible del mercado….

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