Policiales

Finalmente detuvieron a la joven baleada junto a su hija

blankUn juez de Viedma ordenó y logró ayer por la tarde la detención de la mujer que esta mañana fue baleada junto a su hija en un episodio que ella presentó como un hecho callejero y que, horas después, reconoció como un ajuste de cuentas contra su pareja, un ex policía que el año pasado escapó de una cárcel en Río Negro y aún permanece prófugo.

Alojada desde antenoche en la Comisaría de la Mujer local, Alicia Mambreani está imputada por encubrir a Iván Becerra, que tiene pedido de captura y se presume que aquí tuvo contacto con ella en estos últimos días, cuando la mujer llegó a la ciudad para pasar unos días de descanso.

La mujer baleada junto a su hija mintió: fue un ajuste de cuentas contra su pareja

Mambreani, que se presentó en el hospital General de Agudos con una herida de bala en una pierna, aseguró que desconocidos que iban en un auto le dispararon a ella y su hija, también alcanzada por dos proyectiles, uno que le perforó un muslo y el otro que le quedó alojado en el tobillo de la otra extremidad. Ambas se recuperan sin inconvenientes.

La versión que dio la víctima no conformó a los investigadores, que advirtieron algunas contradicciones. Dejaron de creerle cuando confirmaron que en registros de cámaras de seguridad de vía pública nunca aparecen ella y la niña en el lugar donde asegura que fueron baleadas.

Durante un allanamiento en la vivienda de calle Daprotis en la que se alojaba con la menor, la policía encontró vainas de pistola 9 milímetros, similar calibre al de las heridas provocadas a Mambreani y su hija. También manchas de sangre abundantes y otros rastros de interés para la pesquisa.

La policía cree que cuando ingresaron los atacantes -que serían tres según Mambreani- en la casa también estaba Becerra, que habría logrado huir y sigue prófugo. La mujer, además del encubrimiento que le imputa a pedido de la justicia de Río Negro, afronta aquí cargos por falso testimonio debido a que mintió cuando la indagaba el fiscal Fernando Castro. Similar acusación alcanza a una mujer que la había asistido y que, en principio, también intentó sostener la versión del ataque callejero.

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