El poder no resiste la verdad

“Una mentira no tendría sentido si la verdad no fuera percibida como peligrosa” (1).  Son día de verdades peligrosas. Para el poder se impone de manera urgente callar la verdad  y mejorar la mentira.

El poder necesita crear confusión, enredar las tramas, hacer policial un tema que es claramente político. El poder necesita provocar hartazgo, retomar el pan y circo, negar lo obvio y también lo contrario, hablar sin decir nada.

Ir a actos taparse la cara y esconderse. El poder no quiere hacerse cargo y busca echarle la culpa a otro, victimizar, poner a todo el mundo bajo sospecha… El poder intentará todas las formas mediáticas y los artilugios de sus comunicadores para enredar el diálogo y el pensamiento con el único fin de ocultar la verdad.

Le temen a la verdad. Necesitan ruido, ruido, ruido… la mentira necesita del ruido que agita y desordena para que no pensemos, para estemos abrumados, para que ni siquiera el sentido común se manifieste.

Cuando ya no se podía ocultar el sol con las manos, entonces hubo que aceptar que fue un asesinato (por ejemplo el sentido común indica que un suicidio inducido es una forma de asesinato aunque sea jurídicamente difícil de probar y condenar).

Hace muchos años como sociedad insistimos en cambiar de mentirosos y seguir con la mentira, estamos detenidos en el tiempo de la mentira- Hoy es el aniversario de la muerte de Mariano Moreno aquel que dijo “… nuevas ilusiones sucederán a las antiguas, y después de vacilar algún tiempo entre mil incertidumbres, será tal vez nuestra suerte mudar de tiranos sin destruir la tiranía”.

El mentiroso necesita de la ilusión para dominar, para llegar al poder, para permanecer en el poder y satisfacer sus deseos perversos, porque el mentiroso es un perverso y nada bueno le puede pasar al pueblo y al país, si estamos y continuamos dominados y dirigidos por perversos.

Vivir en la verdad exige compromiso, esfuerzo, paciencia para que la libertad y la justicia se desarrollen y consoliden. Si no emprendemos el camino de la verdad toda esta dolorosa muerte además de injusta no tendrá sentido, no habrá dejado enseñanza alguna como otras tantas trágicas muertes en nuestra historia de fracasos y de decadencia.

Asumir con coraje vivir comprometidos con la verdad, de lo contrario agachar la cabeza y padecer las consecuencias de persistir en la ilusión con que nos dominan los mentirosos.

(1)  Alfred Adler

Redacción mdphoy.com