Política

Arroyo juega de contragolpe y ahora van por todo

201509102355210e778fEn el entorno, mínimo, del concejal de Agrupación Atlántica, Carlos Arroyo, están convencidos que a esta altura están en los 16avos de finales. En esta instancia, se acerca el tiempo de redoblar la apuesta y de contar con jugadores acostumbrados a disputar finales. Sin caer en extremos, se aguarda mayor virulencia. CAMBIEMOS responderá sin exponer al candidato y no descartan manifestación pública de repudio.

El botín ya casi excede la intendencia de la ciudad, sino que en el fondo de la cuestión, ubican una matriz que ha conspirado indefectiblemente durante años, contra la construcción colectiva e igualdad de condiciones en la ciudad, donde existen privilegios para muy pocos, postergando a una mayoría silenciosa en algunos casos, y en otros, a falta de compromiso con la sociedad que integran. El temor no debe excluirse en muchas de las razones.

El papel que ha decidido jugar Florencio Aldrey Iglesias, a través del multimedios La Capital, ésta vez se ha identificado sin ambages. De hecho, observamos como ayer desde el Frente Renovador y desde Progresistas, se han alineado de una manera infrecuente, prestando funcionalidad a la posición oficialista.

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Ahora con las cartas, no todas, sobre la mesa se ha ampliado el universo de la disputa. Es llamativo como han tomado partido, los metieron en la pelea tanto a Lucas Fiorini como a Pablo Farías, quienes se han pronunciado, en las páginas del diario La Capital, en esto que es evidente se pretende instalar como una polarización entre los candidatos del Frente Marplatense y CAMBIEMOS, como una suerte de echar una moneda al aire. La cara o ceca por el poder.

Si la campaña surte efecto, Fiorini por el Frente Renovador y Pablo Farías por Progresistas, pueden especular con un escaso lucro electoral, de quienes opten por cambiar el voto a Arroyo, pero que decididamente no lo hagan por el actual intendente.

Tampoco Daniel Scioli puede pretender ser presidente, si fue derrotado en esta ciudad que considera como propia. Sin embargo, el 9 de agosto predominó el amarillo y no el naranja, en una demostración de poder ciudadano que se ejerce a través del voto. El gobernador no asume este fracaso, con un gobierno municipal alineado y un multimedios que milita como jefe de campaña.

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Esta es una amenaza cierta de quiebre con vistas al 25 de octubre. Por lo menos así se pretende definir, se acabó. El 13S, el 8N y el 18A, reunieron a decenas de miles de personas por las calles de la ciudad, que en forma pacífica se manifestaron contra los oficialismos como a lo largo y a lo ancho de todo el país. Pero hay un dato no menor: la convocatoria en Mar del Plata se hizo a través de las redes sociales indicando como punto de partida las adyacencias del Hotel Hermitage, base de operaciones del comando electoral de Daniel Scioli.

“Esto se termina el 25 de octubre, ¿Qué más van a decir?” sonó como una sentencia a la pregunta (sino temía correr la misma suerte que Vilma Baragiola) formulada a mdphoy.com .  Fueron las palabras como respuesta  del concejal Arroyo, en Hotel Ostende, poco antes de recibir un fuerte respaldo público del presidente de la UCR, doctor Ernesto Sanz.

Con las urnas calientes desde el diario La Capital, se comenzó a vomitar una campaña que lo tiene como blanco excluyente al candidato de CAMBIEMOS, que curiosamente fue inflado como el adversario ideal para el intendente Pulti, en detrimento de Baragiola que pasó con la UCR de ser la ganadora de 2013 a perder una interna con un partido vecinalista, que lleva como candidato a un abogado que abrazó la docencia como profesión y desde la cual trascendió a la política.

Su relación como funcionario de la dictadura militar, sanciones sufridas en el ejercicio de la abogacía, declaraciones que no curten con la onda 2015, lo fueron exponiendo en una clara campaña de demolición. La misma tiene como cabeza de playa el único matutino de la ciudad, dispuesto a perder el escaso prestigio que aún le resta.

No se trata de negar la participación de Arroyo en gobiernos de facto ni de eludir su simpatía con sectores de la derecha. Es la consumación misma de enfrentarlo con todas las armas de una cadena hegemónica de órganos de difusión al servicio de candidaturas oficialistas. Esa es la misma cadena que es sostenida por fabulosos fondos públicos en pautas de publicidad, excepciones y concesiones de bienes públicos de dudosa legitimidad.

Quizás Arroyo, o mejor dicho muy probablemente, sea a quien la ciudadanía ha elegido, para negarle a Pulti un tercer período consecutivo de mandato. La falta de otras opciones también juega un papel preponderante en esta decisión. No resulta insignificante que Scioli haya sido medido con la misma vara y ni hablar de Aníbal Fernández, a quien María Eugenia Vidal se apresta a arrebatarle al P.J. la gobernación de la Provincia que ejerce desde 1987.

Jorge Elías Gómez

jgomez@mdphoy.com

 

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