Política

A regañadientes algunos, pero todos los ediles, aportaron a la “vaquita” del Bicentenario

13600227_292617494424758_7041213492211294182_n“Con mucho respeto pero esto es una payasada”, afirmó profundamente consternado un edil, mientras sacaba del bolsillo interno de su saco una cartera de cuero de cocodrilo donde extrajo con la mano tremolando tres billetes de cien pesos, para costear los gastos de decoración, sonido e iluminación, pastelitos y globos, con los cuales se exornaron las bancas y el recinto de sesiones del HCD.

No fue el único concejal que sintió aflicción al verse constreñido a desprenderse de una porción ínfima de su peculio para no quedar expuesto como un vulgar cicatero que escamoteaba su aporte a la “vaquita” propuesta por el titular del Cuerpo Deliberativo, Guillermo Sáenz Saralegui. A cuyas abultadas espaldas, después de depositar el óvolo en la canasta del diezmo, algunos imprecaron apesadumbrados pero… casi de forma imperceptible.

Al fin y al cabo, más allá de desgarradoras muestras de apego a los bienes materiales, instintivas dilaciones y velado fastidio, ningún curul osó poner en riesgo sus pergaminos de “honorabilidad” revelándose como un misérrimo ratón.

De modo que “con mucho respeto”, aunque a regañadientes algunos pero todos (y todas), los ediles aportaron a la “vaquita” del Bicentenario.

2 Comentarios

  1. Miserables !!!

  2. Con lo que gana y todos los asesores que cada uno acomodó hasta casi 10,los $300-eran una bicoca.

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