El domingo será una jornada futbolística histórica: Boca Juniors será el último “grande” en jugar en el estadio Minella en su era Municipal.

Y más allá de la importancia del evento, la imagen es trístima: juega a las 14.30 porque ya la calidad de las luces no permiten actividad nocturna. Con las dos cabeceras vacías debido a la suspensión de público visitante y al castigo que se le impuso a Aldosivi que solo le permite jugar con socios en platea por tres fechas.
Si Aldosivi no superara los 4500 socios sería la primera vez en la historia del Minella que con Boca en cancha, parezca un amistosos de verano o un partido intrascendente.
Adiós al Minella que supimos conocer
Entre el primero y el quince de septiembre, la empresa Minella Stadium S.A. se hará cargo , 50 años después del comienzo de su construcción del estadio de Mar del Plata, quedando en manos privadas con un ambicioso proyecto. Se estima que la compañía invertirá cerca de cuarenta millones de dólares.
El “premio” por presentarse al llamado a licitación fue el Polideportivo Islas Malvinas, que está tan “operativo” que hay recital tras recital. La única razón que parece haberse encontrado para cederlo, es que el estadio solo, no era negocio para nadie. Además, el concesionario por 40 años ( basta del eufemismo “30 años + 10 como opción) dispone de todo el Parque Municipal de los Deportes Teodoro Bronzini para que construyan edificios gastronómicos, locales, y más.
Nada contra los nuevos dueños. Todo, contra los gobernantes que regalan el patrimonio deportivo y cultural de una ciudad centenaria.




