Se observa que se cumple con desgano, el aparato público municipal se ha llenado de burocracia, son comentaristas los funcionarios que permiten salir a los medios de comunicación, soluciones no demasiadas para los graves problemas de la ciudad.
Trasciende de fuentes oficiales, las que lavan la información, que el intendente municipal pedirá la renuncia de todo el gabinete de la Secretaría de Cultura. Que Montenegro estuvo muy ocupado con los intentos de presuntos saqueos.
Ya está en marcha la programación del enduro en la costa norte de la ciudad, donde ponen todas las fichas, no sólo el Departamento Ejecutivo sino que también el Concejo Deliberante aprueba ad hoc, como el año anterior. Esa sale con fritas, se complica cuando hay que hacer un trámite de adquirir pasajes para una delegación de jóvenes marplatenses.
La desidia trascendió cuando un grupo de 50 participantes de los Juegos Bonaerenses se quedaron sin transporte para viajar a Ayacucho. La frustración y decepción de los damnificados reales que lloran sobre la ilusión de un viaje y una competencia en representación de la ciudad.
La protección mediática oculta bajo el off que un funcionario oficial explique a los contribuyentes cuál es la verdad sobre la situación. Todo en medio de una campaña electoral que los absorbe 24×24, el gasto de una planta política que impacta sobre un presupuesto agotado cuando se cumplen apenas las 2/3 partes del ejercicio 2023.
Qué ocurre con el tránsito, con el predio de disposición final, con las contingencias que producen más de 30 mm de lluvia caídos en pocas horas, en algún momento mdphoy.com señaló con acierto que no sólo se trataba de la “techada del mundialista”, a esta altura ya resulta obvio ampliar sobre el tema.
Es la inercia de todo un paquete que se manifiesta de distintas formas. La de Balmaceda y sus muchachos, es una demostración grosera de la inoperancia que tomó estado público e hizo eclosión hacia adentro del oficialismo.
No hay relación con el triunfalismo del jefe comunal tras las PASO “Me va a seguir enojando cuando a los marplatenses nos compliquen”. Los marplatenses y los habitantes de la ciudad de Mar del Plata son los que están complicados, con “tugo”. La negación y la discriminación se agotan por sí mismo cuando suenan a pretexto.
