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Villa Gesell: Con la pandemia como excusa, se adelantó el toque de queda por la cantidad de robos

El municipio restringió la prohibición total de circulación a partir de las 15.30 por el crítico escenario de inseguridad. El jueves un ladrón había escapado de la ciudad por una salida clandestina.

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A partir del viernes, la municipalidad de Villa Gesell decidió adelantar a las 15.30 el toque de queda que días antes ya había decretado para las 20.00.

Sin un argumento oficial, algunos medios locales afines al intendente Gustavo Barrera deslizaron teorías que -en todos los casos- dejaban bien parado al mandatario.

Una de ellas señaló que el propósito de este nuevo toque de queda es poder consolidar el decreto presidencial de aislamiento obligatoria, ya que a medida que pasan los días empieza a verse cada vez más gente en la vía pública vulnerando la cuarentena.

La otra teoría, en cambio, se basa en la paranoia que comenzó a instalarse tras difundirse en redes sociales que uno de los dos infectados con coronavirus de la vecina localidad de Pinamar había tenido contacto con gente de Gesell.

Sin embargo existe de fondo un problema tanto o más grave de aquellos dos. Tiene que ver con la cada vez más abundante cantidad de delitos cometidos en Villa Gesell durante la cuarentena.

El problema de la inseguridad viene azotando a la ciudad costera desde hace mucho tiempo, e incluso una vez terminada la temporada veraniega el intendente Barrera recibió duras críticas de parte de las localidades del sur del partido de Villa Gesell (Mar Azul y Mar de las Pampas) por la cantidad de robos padecidos allí.

Sin embargo parece que el aislamiento preventivo y obligatorio no mermó la salida y el ataque de maleantes. Mientras la municipalidad se jacta de haber detenido a más de 140 personas por haber violado la cuarentena, no son pocos los vecinos que se sienten indefensos. De poco sirven las salidas de Barrera en auto, donde le habla a la población desde un megáfono pidiéndoles que no salgan de sus casas.

Entre los delitos cometidos desde que el presidente Alberto Fernández decretara el aislamiento obligatorio a partir del 20 de marzo se encuentran varios de carácter insólito. Como el caso del joven que llegó a meterse en dos casas mientras la policía lo perseguía, o el de la enfermera a la que le escucharon el auto mientras trabajaba en el hospital local.

Pero el hecho más notable se produjo el jueves (es decir, un día antes de que Barrera adelantara el toque de queda a partir de las 15.30), cuando un ladrón huyó de la policía disparando tiros con un arma y finalmente escapó de la ciudad a través de una salida clandestina hacia la ruta 11.

Villa Gesell se jactó de haber establecido un cerrojo para los ingresos y egresos cerrando el acceso histórico de la ciudad y colocando nuevos controles en el del sur. Sin embargo muchos vecinos denunciaban en las redes sociales la existencia de una salida clandestina a la altura del paseo 112, límite entre Monte Rincón y La Carmencita, dos barrios populares del oeste geselino donde cunde la inseguridad de gente en su mayoría trabajadora, precarizada y con problemas habitacionales.

No por casualidad el viernes Barrera anunciaba que a partir de ese día el toque de queda iba a ser a partir de las 19.30, mientras en simultáneo la secretaría de Seguridad transmitía en vivo la clausura de esa salida clandestina que durante tanto tiempo habían reclamado sin éxito los vecinos.

La pregunta es si estas medidas lograrán mitigar acaso el principal problema que padece la ciudad de Villa Gesell en temporada baja, cuando los índices de inseguridad van subiendo año a año, como si se tratara de una propia pandemia.

(www.REALPOLITIK.com.ar)

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