
La interna que se libra en el PRO tiene consecuencias difíciles de mensurar. Y las heridas a restaurar ya demandan hasta hospitales de campaña. Lejos de abstraerse el intendente Guillermo Montenegro, abona con su morosa decisión la frondosa imaginación política, que en etapas electorales trabaja a destajo.
Y en eso estamos en General Pueyrredon, Montenegro es un jugador de toda la cancha en las internas del PRO. Cómo no se iba a prender en el picado entre Patricia y Horacio. No sería él, si así no lo hiciera. ¿Puede Montenegro aspirar a encabezar la lista de candidatos a diputados de la Nación? ¿Está jugando esa carta? Es un gimnasta del PRO, que mientras tanto hace sociales con FAI el vacunado vip que «pidió un aplauso para quienes ya no están con nosotros».
Muy reservado, y hasta escondedor, en la fiesta patria dejó más en ascuas a quien ya imploran por una definición. El PRO no tiene nada para regalar, los márgenes se achican y tiene aliados que salvo su candidatura a la reelección no tienen plan B. Es más se relajaron y ahora hasta deben bajar su precio.
Montenegro sabe que papas calientes (como las de Massa) sobran en la Argentina pero: “¿Qué sentido tiene ser intendente sin un proyecto de provincia y de país? Ya vivió 4 años así” expresó una fuente irreprochable y agregó: “Lo que le queda más cómodo es reelegir, pero no está de acuerdo con lo que están haciendo arriba”.
Ya fue juez en Comodoro Py, embajador en Uruguay, ministro de Seguridad y Justicia de CABA, diputado nacional e intendente municipal, no ha sido sedentario precisamente, ha tenido a la política como servicio esencial. Sabe de cada uno de los protocolos inscriptos en su foja. Hasta Bullrich ya le ofreció una cartera.
No obstante esperan que renueve su entusiasmo, dicen que está orejeando la interna y espera ofertas, el tema es el costo a pagar que hasta radica en las mudanzas y organización familiar. Cómo sopesa la política de la coalición, cómo quedarán sus socios, hasta cuándo el loteo dará sus frutos. Está harto de las presiones que restan energía a una gestión que todavía no puso la segunda marcha. Sigue en primera y en repechaje.
En algún momento deberá elegir Bullrich o Larreta, no hay más opciones la cuestión de fondo es cómo saldrá en la foto y cómo quedará después de las PASO. Ya se acabó la onda del gin y las cervecerías, y hasta el 2027 hay mucho tiempo para hablar de todos los grandes temas que no resolvió ni resolverá hasta el próximo 10 de diciembre. Otros 4 años así serán una tortura y máxime si en La Plata Axel sigue alquilando. No le da tampoco para ir al Obelisco.
Ahora se agregó a las charlas una infaltable vocera petardista, Lilita ya lo tuvo apuntado durante el tránsito de la función pública en CABA: “Vi un tuit de Guillermo Montenegro, ¿por qué no dice que es íntimo amigo de Aníbal Fernández?”. Cuestionó oportunamente Elisa Carrió, es memoriosa la líder de la CC, y pasa facturas, necesita que sus concejales renueven y que Bernardo Martín consolide beneficios del EMTUR.
Foto Diario La Capital




