Arte y Cultura, Cine

Un ejemplo de policial negro francés

Emblema del cine negro de todos los tiempos, No tocar la plata es un clásico de Jacques Becker protagonizado por un elenco de lujo: Jean Gabin, Jeanne Moreau, Lino Ventura, René Dary. La película se verá hoy desde las 19 en la Sala Nachman del Teatro Auditórium (Boulevard Marítimo 2280).

Basada en una novela de Albert Simonin, No tocar la plata es también la recreación de un subgénero que por entonces -y durante un par de décadas más- se hacía con mucha reiteración: el de los viejos mafiosos, quienes ya cansados decidían gestionar su último botín. Aquí, buscan hacerse de cincuenta millones de francos en lingotes de oro.

Si bien esto de los viejos metidos en situaciones violentas ha dado para varias comedias  de acción -sobre todo en el cine norteamericano- como para marcar territorio sobre el origen del cine negro -que se disputaron tanto norteamericanos como franceses- Becker crea aquí una historia sórdida con ribetes de inusitada negrura.

Para ello cuenta, además, con un elenco que encaja perfectamente en el estereotipo que le toca representar. Como suele suceder en este tipo de relatos, algún personaje, si femenino mejor, terminará enredando las cosas y complicando más de lo debido el plan que, en los papeles, era perfecto.

No tocar la plata es otro viejo clásico recuperado por el Grupo Cinecos, que todos los viernes produce el ciclo Función extra y los jueves El otro cine. En ambos casos, films olvidados o no del todo debidamente canonizados que a partir de una revisión reciben el tratamiento que corresponde.

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