Personal de la Dirección General de Inspección General clausuró este martes un depósito de chatarra por octava vez en un año y medio. El local en cuestión está ubicado en Libertad y 190 y no posee habilitación. “Trabajamos en forma conjunta con el Departamento Operativo de Control dependiente de la Dirección General de Inspección y un camión almejero en apoyo al operativo perteneciente al ENOSUR, al Departamento de Higiene Urbana, con operarios propios y la colaboración de efectivos policiales”, explicó Eduardo Bruzzeta, titular de Inspección General.
“En este caso, vale resaltar que ha sido la octava clausura que sufre este depósito en un año y medio. Jamás presentó ninguna clase de trámite para regularizar su situación. Esta vez se procedió al secuestro de los elementos que hacen a la actividad, como una báscula y una mesada, como así también un contenedor de grandes proporciones lleno de vidrio, preparado para ser vendido”, declaró el funcionario.
“Dicho contenedor estaba colocado de una manera peligrosa e ilegal, en primer término por su ubicación que obstruía le tránsito vehicular y peatonal. Y también provocaba contaminación, ya que era utilizado para almacenar el descarte de todo lo que obtenían los cartoneros de la zona, provocando una gran acumulación de residuos más lo que los vecinos arrojaban, dando lugar a un basural de grandes proporciones”.
Por último, Bruzzeta agregó: “Una vez que se levantaron todos los residuos, quedó un pozo que fue rellenado por operarios del ENOSUR. El local clausurado será verificado diariamente por los inspectores de la Dirección General para evitar la violación de la faja de clausura hasta tanto se presenten los trámites correspondientes para su habilitación en forma legal y así desarrollar normalmente su actividad”.