Luego de la presentación del mega proyecto de viviendas conocido como Sans Souci, el gobernador Axel Kicillof vivió un incómodo momento junto al intendente de Tandil, el histórico radical Miguel Lunghi.
En conferencia de prensa, Lunghi fue consultado por el medio local “El Eco” si aprovecharía el encuentro con el gobernador para realizarle algún pedido, lo que es habitual en este tipo de situaciones, ante lo cual Axel Kicillof intervino de forma rápida para bromear: “Me pidió salames pero yo le dije esto es Tandil”.
Lo que podría haber sido un chiste relajado, no fue bien recibido por el intendente de Tandil que, con gran circunspección, respondió: “Hay que ser correcto como político, la inversión de esta tarde que va a ser Sans Souci… Axel habla de 3 mil millones, me parece que se quedó corto”.
Ante ello, el gobernador desdibujó su sonrisa y se centró en la conferencia, lo que derivó en otro cruce con Lunghi en relación a las obras que la Provincia licita en el municipio y el proceso de redeterminación de precios propio de las licitaciones.
“El tema es que las redeterminaciones las está pagando el municipio”, se quejó el intendente que un momento atrás había manifestado “corrección política”. A lo cual, Axel Kicillof corrijó: “no, de Sans Souci”. “No entremos en un debate”, intentó cerrar el tema Lunghi; pero nuevamente el gobernador intervino: “los caminos rurales”.
El diálogo entre ambos mandatarios, por momentos hilarante, no pasó a mayores siendo que ayer el municipio de Tandil tuvo la buena noticia del anuncio de una obra esperada en la ciudad bonaerense.
Se trata de una inversión de $2.694 millones, mediante la cual la Provincia pretende hacer 156 viviendas junto con sus veredas, rampas, forestación y equipamiento urbano. El proyecto contempla un jardín, una escuela secundaria, un playón deportivo y un Centro de Atención Primaria de la Salud. En total, tiene una superficie equivalente a casi 60 manzanas y el desarrollo de viviendas se hará en unas 16.
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