Se han interrumpido los trabajos de demarcación horizontal sobre la Avenida Jorge Newbery. Los mismos llegaron desde la calle 515 sólo hasta la UTOI quedaron inteerrumpidas, la Provincia abandonó la señalización. El hecho ratifica el abandono de la MGP y la PBA en el lugar. El Sur es una zona que aparece condenada al subdesarrollo urbano y la intervención política ignora ese polo de crecimiento que experimenta un crecimiento exponencial como la radicación del súper mercado más amplio y moderno de la provincia.
Así distintas composiciones del concejo deliberante de la MGP han conservado y aumentado sus ingresos a través de los años, fijaron valores de tasas con un criterio político y quedó al desnudo nunca sufrió el ajuste sino que el mismo se transformó en la sub ejecución de los presupuestos municipales, así cierran las rendiciones de cuentas.
Hemos llegado a este límite porque la proporción convierten en elocuente los padecimientos que agobian a los contribuyentes, a los cuales se les ha agotado la capacidad de pago. Cae la cobrabilidad y el bacheo tiene como fondo afectado una sobretasa a la carga de combustible. Un caso inaudito en General Pueyrredon.
Cómo se refleja en la vía y edificios públicos, cuyo deterioro ha sido llevado al colapso, se padece en barrios periféricos, pero se hace más notable en las zonas más urbanizadas, donde es inexistente la presencia del Estado Municipal.
El correlato además se traslada a la cámara de senadores y diputados provinciales, que han aumentado su participación en la recaudación corporativa, cuando se aprueba un presupuesto es automático a la aplicación de sus ingresos. No hay que desistir de la política a través del ejercicio de la democracia. Sino dejar en evidencia cómo se ejecutan súper millonarias partidas.
EL CASO DE MAR DEL PLATA
Mar del Plata, uno de los principales centros urbanos se le ha provincia, presenta en la actualidad un severo estado de congestión urbana con el consiguiente alto costo social que ello implica, como consecuencia el incremento, en los tiempos de viaje, que tienen sus habitantes en los desplazamientos cotidianos, como así también el importante nivel de polución y de siniestralidad vial.
Obviamente, estas circunstancias no son accidentales; responden a la falta de profesionalidad en la implementación de políticas el materia de movilidad urbana y planificación vial, consecuentemente la falta en un plan de inversiones en infraestructura que contemplara no sólo las tendencias de transformación urbana y suburbana, sino también el importante impacto que ha tenido en la movilidad urbana, la evolución demográfica del área metropolitana de la ciudad y el crecimiento del parque automotor.
De manera puntual y a modo de ejemplo se puede señalar, que entre los años 1978 -80 se realizaron los estudios y se aprobó la Avda. de Circunvalación de la ciudad, cuya traza partiendo de Santa Clara, vinculaba con la RN 2 a la altura de Camet, RN 226, a la altura del acceso al hipódromo, Parque Industrial, RP88, Batán y por la traza del camino provincial secundario 515 se conectaba con la RP11 al sur de Mar de Plata. En esa época, de acuerdo a la estructura y desarrollo urbano de la ciudad la circunvalación de Mar del Plata estaba representada por la avenida Champagnat, que satisfacía los requerimientos de tránsito en la época.
Hoy, dicha avenida que está tremendamente congestionada porque no existen alternativas, se ha convertido en una arteria urbana más, que colapsa en las rotondas. Contemporáneamente, en año 1980 se planificaron y ejecutaron 2 importantes obras para la ciudad: el ensanche de la avenida Martínez de Hoz, la prolongación de la avenida Edison y la construcción de la avenida Jorge Newbery, cuyo objetivo fue facilitar la operación del tránsito por la RP11 hacia el sur, en temporada estival.
Más de 40 años han transcurrido: la población urbana se ha duplicado mientras que el parque automotor privado ha crecido fuertemente a tal punto que hoy tenemos aproximadamente 1 automotor cada 1,5 habitante, en un escenario en el cual, especialmente en los últimos años, se ha evidenciado una lamentable implementación de políticas en materia de movilidad urbana, consecuencia de una evidente falta de profesionalidad por parte de los responsables de las áreas respectivas.
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