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“Somos rehenes de la harinera Agustiner”

Desde la armadora VICARP emitieron duras críticas al comportamiento de la empresa por las demoras al momento de reponer cajones vacíos para que su flota pueda seguir operativa. “Tenemos una parada biológica y otra llamada Agustiner”, dijo el empresario Eduardo García.

Días atrás reflejamos en este medio que la demora por parte de las harineras en la reposición de cajones para la flota fresquera de altura que opera desde el puerto marplatense ocurría en los picos de actividad que registra la industria y hasta una cooperativa había decidido apostar por la fabricación de cajones propios para entregarle a sus clientes a modo de mitigar el problema.

Ayer desde la empresa VICARP emitieron duras críticas, puntualmente contra la harinera Agustiner, por este motivo: la harinera no cumple con los plazos previstos y eso genera que los tres barcos de la firma queden varios días parados, con las consecuencias que eso tiene.

“Sin cajones, no podemos salir a pescar para cumplir con la CITC, lo que puede llegar a ocasionar la reducción o pérdida de la misma para el año siguiente”, dijo Eduardo “Carpincho” García, armador del “María Gloria”, el “Marejada” y el “Gaucho Grande”.

García lamentó que además de la parada biológica obligatoria de cuarenta días en el año las empresas “estamos teniendo una nueva parada llamada Agustiner SA. Nos entregan los cajones vacíos cuando ellos quieren. Sin barcos que pescan, no hay producción y sin producción, no hay trabajo en tierra. Por esta razón, terminamos siendo sus rehenes”, subrayó.

Como VICARP, hay un montón de empresas armadoras a las que Agustiner les provee cajones vacíos para mantener la rueda operativa. Muchas de las más grandes e importantes de la industria pesquera local que tendrían los mismos inconvenientes y demoras. La harinera provee de cajones a los fresqueros de Moscuzza, Iberconsa, Veraz, Ritorno, entre muchos otros armadores.

Una vez que los barcos entran a puerto con la materia prima, vía telefónica las empresas pasan el listado de clientes a quienes les vendieron el pescado para que la harinera se ocupe de retirar los residuos.

Ante el requerimiento posterior de los cajones vacíos, los armadores aseguran que la respuesta siempre es ambigua y ayuna de certezas. Muchos quieren saber cuál es el orden que ellos manejan como para saber con cierta anticipación cuándo les toca recibirlos.

El “María Gloria” entró el domingo a puerto. Ayer todavía no había novedades de cuándo reponía los cajones. “Lo peor es la incertidumbre, tenés que programar despacho, víveres, tripulación. Y es todas las mareas lo mismo. Tiempos muertos que nadie recupera ni nadie se hace cargo, sólo nosotros”, remarcó García

En ese sentido, el empresario aseveró que las demoras de Agustiner implican la pérdida de lugar en el muelle. “Tenemos que volver a pagar para poner el buque nuevamente en muelle mientras que Agustiner maneja a las empresas armadoras a su gusto y placer.

Los armadores especulan con que quizás la harinera no cuente con suficientes cajones o tenga problemas de insumos para reponerlos y brindar asistencia a casi la mitad de barcos fresqueros que operan en Mar del Plata.

“La situación se agrava además porque no hay posibilidad de elegir otra empresa, es decir, existe un claro monopolio al cual estamos atados de pies y manos”, concluyó García, quien anticipó que dejará de pagar la cuota en la Cámara de Armadores de Buques Fresqueros de Altura donde está asociado. “Es lo único que hacen, cobrar la cuota; para todo lo demás no existen”, fustigó.

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