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Se resolvió el misterio de la camioneta que cayó desde un acantilado en Mar del Plata

El vehículo apareció el viernes en una zona de difícil acceso de Playa Los Lobos con signos de haberse despeñado desde más de 20 metros de altura.

Se resolvió el misterio de la camioneta 4 x 4 que apareció en la tarde del viernes en Mar del Plata, al pie de un acantilado de Playa Los Lobos, en una zona de muy difícil acceso. En realidad, el “misterio” fue resuelto por el mismo propietario de la Gran Cherokee, que tras una serie de contradicciones terminó confesando ante la Policía que había hecho una falsa denuncia por el robo del vehículo con la intención de cobrar el seguro. El hombre enfrenta ahora cargos judiciales.

El fiscal David Bruna, de la Fiscalía de Delitos Económicos, le inició una causa a Gustavo Puig, el propietario de la camioneta, por falsa denuncia y tentativa de estafa.

El hombre, de 34 años, había ido en la tarde del viernes a radicar una denuncia en la comisaría quinta, en Punta Mogotes. Dejó asentado que dos días antes, en una zona cercana, su camioneta había sufrido un desperfecto mecánico y que por eso había tenido que dejarla abandonada en la calle, con la idea de ir a buscarla después. Sin embargo, según el primer testimonio de Puig, al ir a recogerla el viernes ya no la encontró.

A esa altura, ya se había hecho público que una camioneta había caído 22 metros desde un acantilado ubicado muy cerca de la ruta 11, entre Mar del Plata y Miramar.

Horas después de haber localizado el rodado al pie de la alta pared de piedra, los bomberos bajaron con sogas y arneses para constatar si había alguien en la camioneta, pero no hallaron a nadie.

Algunas contradicciones en el testimonio de Gustavo Puig pusieron a los policías a indagar algo más sobre el asunto. Ningún vecino de la esquina donde supuestamente había quedado la camioneta la había visto allí. Y al ser repreguntado sobre los hechos el denunciante terminó por reconocer que había mentido, que la denuncia era falsa, que sólo pretendía cobrar el seguro.

Hasta la tarde de este sábado no había trascendido si fue el propio dueño quien arrojó la camioneta desde el acantilado, que está a 250 metros de la ruta 11.

El vehículo todavía no pudo ser rescatado, y la posibilidad de retirarlo del lugar en el que está dependerá del “humor” de la marea, pues cuando sube, el mar golpea contra el acantilado, tanto que el vehículo terminó incrustado contra la pared de piedra.

Clarín

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