Es fundamental saber “desde” donde se expresa el que opina . Qué intereses o convicciones defiende, pues ese crisma, tendrá una u otra mirada sea ideológica o de conveniencia económica o laboral .
Adonde pararme ante esta noticia : el club General Mitre de Mar del Plata decidió retirar de los campeonatos vigentes a todas sus categorías infantiles .
Con el transcurrir de las horas conoceremos los motivos, pero una primera reflexión, y convencido quien suscribe, desde mis comienzos en el periodismo, 43 años atrás , que los clubes como sociedades civiles sin fines de lucro son las que “valen”, también pienso que son una masa societaria, en una sociedad decididamente capitalista sin vuelta atrás, los clubes se hacen insostenibles. Aún con benefactores que por sus sentimentales recuerdos de niñez, hoy le hagan aportes a esos clubes, gracias a que “pelecharon” porque son dueños de empresas y sienten el compromiso moral y afectivo de colaborar con la causa noble de sacar a chicos de la calle; a que haya un refugio sano para los que menos tienen, becando, en muchos casos a piñas y pibes para que crezcan practicando deportes y hasta aprendiendo oficios .
Los clubes – muchos de ellos centenarios- nacieron por iniciativa de un grupo de muchachos que en sus barrios entendían que juntándose , eligiendo nombre y colores fundaban una institución , que crecía acorde al crecimiento poblacional de esos barrios .
La trascendencia de Boca y River, por ejemplo, saltando fronteras de la misma ciudad de Buenos Aires, cambió bastante el sentido de pertenencia, a punto tal que pululan camisetas auriazules y blanquirrojas en pueblos alejados ciertamente de la Capital Federal y te preguntásemos qué coincidencias e idiosincracia tiene un habitante de Charata Chaco o de Comodoro Rivadavia con los “xeneizes” o “millonarios”.
Entonces tendrá sentido que 32 ó 34 participantes de los torneos de la Liga Marplatense de Fútbol, aún encintando viejas y nuevas fusiones (desde Almagro Florida, a Siciliano Colegiales, que ya fue Colegiales Sarmiento ) sean clubes a los que sus vecinos ya no se acercan , porque nadie los convoca ; porque no hay un mango para pagar una cuota o se elige abonarla para un gimnasio , una pileta o una cancha de pádel o de papi fútbol?
Ver a Aldosivi y a Alvarado “mendigar” por llegar años ocho mil (8 mil .No por “80 mil”!!) socios en una ciudad que ya tiene 1 millón de habitantes, hace que siga hqgiendome preguntas , cómo qué le queda a los demás?
Once Unidos con 11 mil socios es la respuesta ? Tiene que ver solo con el poder adquisitivo de la privilegiada zona ? O el club Náutico para la clase más acomodada todavía ? El Estado que se corre de tantos lugares, encontró en muchos clubes a darles un por qué y un salvavidas al piberío que en la calle aprende mal a cómo se hace para achicar la brecha entre los que más tienen y ellos que no tienen nada . El Ministerio devenido en Secretaría y sub secretaría de Deportes no advirtió que los clubes son un reservorio indispensable y les tira una soga con recursos humanos, màs que con dinero, para ir a rescatar a ese grupo de la población que no sabe adonde ir, y que sea otra herramienta, tal las Universidades públicas, de un ascenso social real?
Me gustaría leer en “comentarios” algún disparador de otras ideas, porque deseo fervientemente que no aparezca la cascada de los “General Mitre” en Mar del Plata ni en el resto de la Argentina.
