Producto de la interminable imaginación de Guillermo Yanícola, La banda de los ausentes es una apuesta al humor y a la reflexión. Con probado suceso en escenarios de la ciudad y buenas presentaciones en el interior y Capital Federal, este espectáculo retornará el viernes a Mar del Plata: desde las 22 en la Sala Melany (San Luis 1752) serán desgranadas, nuevamente, ese grupo de canciones deconstruidas.
La banda de los ausentes tiene a Maic en teclados, Pita en bajo y Sergio en batería. Aunque en verdad sólo tiene a Guillermo Yanícola en guitarra y voz. Sin embargo, el líder intercambia sonrisas, gestos, palabras, con sus compañeros como si estuvieran ahí sobre el escenario: el grupo se encerró durante 23 años a buscar la canción más precisa del mundo y, bueno, algo pasó en el camino.
Esta puesta sirve a Yanícola para jugar con otro lenguaje al que lo hace cuando se aplica a una estructura de obra teatral: si allí revuelve los códigos narrativos, aquí hay algo de eso desde la puesta en escena pero la fuerza principal está puesta en las canciones. En un registro cercano al del cantautor criollo, se construyen letras que son como autorreferencias constantes.
Yanícola disuelve la canción hasta su propio límite. Y hace lo mismo con la canción. El repertorio de La banda de los ausentes está integrado por un sinnúmero de canciones, con letras que transitan el absurdo, algunas construidas en base al acopio de palabras por su tipo, llegando a la construcción de un lenguaje propio basado en la deconstrucción del lenguaje. Un juego inteligente y divertido.
