El crimen de Guillermo Koiv presenta varias similitudes con el asesinato sufrido hace más de 5 años por el taxista Luis Severiens. En ese entonces, el intendente Gustavo Pulti había impulsado la implementación de distintas medidas para equipar a los vehículos contra el delito.
En 2009, el jefe comunal y su gabinete habían promovido la colocación de mamparas antivandálicas, equipos de GPS y la instalación de botones antipánico a bordo de las unidades, ofreciendo incluso, hacerse cargo de buena parte de los gastos. Pero lo cierto fue que todo eso quedó en la nada debido fundamentalmente a la resistencia de muchos taxistas a aceptar el uso obligatorio de estos dispositivos.
No obstante, el reciente desenlace fatal de Koiv hizo que en las últimas horas muchos comenzaran a cambiar su punto de vista con respecto a estas iniciativas. Por tal motivo, no se descarta que en las próximas horas el Ejecutivo convoque a los referentes del sector para pedirles que vuelvan a considerar su rápida implementación.
Asimismo, el área de Transporte del municipio tomará contacto con los taxistas para insistir en la posibilidad de que la flota comience a incorporar estos dispositivos de seguridad, cuyo uso está extendido desde hace varios años en muchas otras ciudades donde resultan de ayuda ante situaciones de robos o de agresiones físicas.
En el caso de las mamparas, el camino ya está lo suficientemente allanado como para que su instalación se concrete con rapidez. De hecho ya existe una ordenanza vigente desde el año 2009, mediante la cual se autoriza a su uso. Pero lo cierto es que de los 2.142 taxis que circulan por Mar del Plata ninguno de ellos cuenta con este dispositivo ya que la norma estableció que su uso fuera “optativo”.
Nova
