El gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela, decidió pagar el treinta por ciento de los sueldos de estatales con un bono provincial. La decisión de ser la primer provincia que vuelve a emitir cuasimoneda exacerbó la pelea pública con Milei, que lo chicaneó desafiándolo a ver a que paridad cotiza con el peso cotiza su bono.
Pero si se mira más de cerca la decisión de Quintela es una enorme contribución a la busqueda del equilibrio fiscal que ensaya Milei y que tiene como principal medida de ajuste la licuación de salarios, deudas y jubilaciones por la inflación.
“Pagar empleados y proveedores en cuasimonedas es una manera de licuar su déficit fiscal, porque manifiesta la confianza sobre ese emisor del manejo de sus cuentas”, explicó el economista Claudio Zuchovicki. Alivia además la carga de Nación que se libera de enviar esos fondos.
Los salarios riojanos serán sometidos así a una doble licuación: la de la inflación y la del descuento que el mercado le aplique a los bonos que integran parte de su sueldo.
Quintela consiguió este martes la habilitación de la Legislatura provincial para emitir el equivalente a 25.500 millones de pesos para el pago de salarios de los trabajadores públicos. La “cuasimoneda” denominada “El Chacho” en homenaje a Angel Vicente Peñaloza, caudillo riojano asesinado por las fuerzas mitristas el 12 de noviembre de 1863.
“La moneda funcionaría con un porcentaje en efectivo y un porcentaje en bono. Esos bonos se los recibe la provincia para el pago de los servicios, impuestos y tasas. En cuanto al comercio hay que acordar con la Cámara de Comercio para que reciba esta moneda como forma de pago”, explicó Quintela.
Las cuasimonedas pueden generar un pataleo del FMI que históricamente rechazó el instrumento, pero un economista que sigue las negociaciones con el organismo explicó a LPO: “Desde lo fiscal las cuasimonedas contribuyen a cerrar el deficit. No van a oponerse de manera seria”.
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