Hace poco circuló un video por redes sociales de un joven de 25 años corriendo una picada ebrio por una calle de Mar del Plata. Ignacio Arostegui, oriundo de Berazategui, era quien conducía el auto y su amigo lo grababa. El video finalizó y a los pocos minutos el vehículo coalicionó contra un poste de luz y un cantero al costado de la calle. Por fortuna, ninguno de los dos salió herido.
Luego de que llegó la policía a la escena se les realizó el test de alcoholemia pertinente y saltó que Ignacio tenía 1,03 gramos de alcohol por litro de sangre. Como consecuencia fue detenido y su carnet de circulación fue suspendido. Desde que se dio a conocer el evento, los usuarios de las plataformas salieron a repudiar a los amigos por su inconsciencia durante el manejo.
Arostegui siempre demostró mucha pasión por los vehículos. De hecho, en la zona donde vive es conocido por correr picadas por las calles a velocidades impensadas. A su vez, también participó en competencias profesionales de carreras como Rally y BMX freestyle. Practicó deportes extremos y de vez en cuando sale con su cuatriciclo a dar unas vueltas por la zona sur.
En contrapartida a la adrenalina que le gusta sentir, disfruta de la tranquilidad y la paciencia que lo obliga a tener el golf. Es más, hace poco compartió una foto de él jugando en una amplia cancha con pasto verde mostrando serenidad y reflexión. Tras el accidente, y a pesar de haber pasado unas cuantas horas encerrado, salió sin ningún tipo de restricción de la comisaria en la cual se encontraba. Lo único que lo acompañó fue una deuda que deberá pagar durante el resto de vida.
Debido a la viralización de su video corriendo la carrera en la ciudad de la costa, un Agente del Estado de Seguridad Vial lo vio y se lo comentó. “Ignacio, cuando el Estado te dio la licencia de conducir no fue para que te mates o mates a tus amigos. Por suerte te salvaste y hoy tu familia no está velando tu cuerpo”, publicó.
