La retención de tareas con movilización del Sindicato de Trabajadores Municipales, dejó en evidencia que el atraso ha llegado al bolsillo de sus afiliados. Y que la propuesta municipal los deja nuevamente muy lejos del índice inflacionario.
Antonio Gilardi calificó de raro el comportamiento del intendente municipal Guillermo Montenegro y consideró insólito, inaudito e histórico que un intendente y su secretario de Hacienda se ausenten de las negociaciones, con lo cual le bajaron el precio a Santiago Bonifatti, secretario de Gobierno. Lo cual mereció el calificativo de desprecio por parte de Antonio Gilardi según declaraciones periodísticas a distintos medios de la ciudad
Pero las malas noticias podrían seguir hoy, si cómo han prometido profundizan las medidas de fuerza en una asamblea de la comisión directiva y el cuerpo de delegados, ya que está en carpeta ir por un paro de 48 horas a cumplirse la semana próxima.
Fuentes calificadas han indicado a mdphoy.com que la intendencia ha decidido tomar como variante de ajuste el salario de los trabajadores municipales y profundizar el ajuste sobre los haberes del personal, mientras que no se anuncian ajustes en la política, como se reclama y aplica en distintas administraciones públicas excedidas en la designación de personal y aumento de planta política, como ocurrió en la MGP en plena pandemia.
El ofrecimiento del D.E. se plantó en porcentajes a aplicarse en septiembre y noviembre, sin ofrecer un bono de compensación por la pérdida del poder adquisitivo frente a la inflación que ya ha dejado la canasta básica de alimentos en $ 113.000.-
En la actualidad todavía no se han recuperado los porcentajes de pérdida salarial de 2020 y 2021, con lo cual la conducción sindical tiene un margen muy estrecho de manejo y Montenegro tiene estrecho también el presupuesto, que ya encubre con sub ejecuciones del actual ejercicio.
No son pocos los que recuerdan la carpa blanca del STM frente a la municipalidad durante la intendencia del doctor Arroyo, cuando la diferencia entre la actualización de haberes y los índices de inflación era mucho más magra que la que se encuentra ahora en la discusión paritaria. Gilardi ayer descartó móviles políticos, pero su conducción acaba de sufrir deserciones en duros términos referidos al manejo de las autoridades del gremio y las prerrogativas a las cuales accedieron beneficiarios afines al oficialismo del STM.
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