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Para qué sirve el zoológico de Sierra de los Padres

gugghjgjjghgggjhEl pasado viernes será imposible de olvidar para algunas personas, entre ellas, los integrantes del Zoológico y Parque Botánico de Sierra de los Padres: A primera hora recibieron un llamado telefónico de un señor (Agusto), encargado de Laguna La Brava, solicitando el envío de una cuadrilla para rescatar  un Ciervo Axis, juvenil, conocido como “Bambi”, que había sido atacado por  perros cimarrones; el pedido fue transferido a los Guarda Parques del Municipio que, de inmediato comisionaron a dos de sus miembros para cumplir la tarea: Daniel “Tucho” Méndez y Ariel Olave.

Horas después, en el ZOO, se repitieron llamados telefónicos de Policías, Defensa Civil, Fauna Provincial, Guarda Parques y vecinos de Punta Mogotes; pero, en este caso, reclamaban urgente ayuda para capturar un Puma que -decían- se había guarecido, debajo de un “chiringo” en arenas del balneario 14.

Estábamos prestos a salir, cuando los Guarda Parques retornaron de La Brava” con un maltrecho Ciervito, estresado,  con lastimaduras expuestas y  mordiscones en todo el cuerpo. La difícil tarea de curarlo e intentar salvarle la vida quedó a cargo del veterinario del ZOO, doctor Daniel Basso que, de inmediato le inyectó antibióticos, desinflamatorios,  y “Curabichera”,  (antiparasitario externo, cicatrizante y repelente, etcétera); el profesional se mostró preocupado y pesimista, porque el cérvido tenía el cogote tieso y no podía caminar, al parecer por golpes internos.

Tres miembros del Zoológico partieron de inmediato hacia Mogotes, munidos de elementos imprescindibles: rifle, piedra de carburo (droga que genera el gas explosivo que dispara el dardo “anestésico” que duerme al animal), redes, jaulas, sogas, etcétera.

Un puma en la playa,  sonaba a broma y por ello, en el recorrido, íbamos tomando todo a la chacota: “seguro que “al bicho” le dijeron que fuera hasta la orilla del mar porque las olas hacen “es-puma” y pavadas por el estilo; al llegar comprobamos que la situación era real y que debajo del kiosquito se guarecía un animal, adulto, inmenso y, aparentemente, en buen estado. Era un peligro inminente; una bomba de tiempo.

En el Balneario 14 del complejo de Mogotes, ya estaban, esperándonos,  Policías con sus móviles y audaces efectivos (mujeres) de ese cuerpo que, conduciendo los cuatriciclos fueron de gran colaboración ya que siguieron a gran velocidad al puma cuando atravesó las playas, cruzo la avenida costanera y buscó esconderse en un baldío lleno de basura e inmensas cañas.

Juan Grassi, experimentado encargado del ZOO,  experto tirador con el rifle lanza dardos anestésico, vio al animal y calculó “los kilos”; ello es importantísimo, para aplicar la dosis justa (la droga que lo duerme, si se mezquina, no hace efecto y siendo abundante puede dormir al felino para siempre, (como ya pasó alguna vez en Mar del Plata…).

Mientras Grassi tomaba posición de tiro, acercándose a menos de 10 metros del animal, otro de sus compañero, Cristian Bruno, trataba de persuadir a funcionarios y “mirones” que no se acercaran demasiado ante el peligro que el puma, excitado, encarara al grupo lanzando zarpazos y dentelladas.

Eduardo Bracco “un guardaparque” ad honorem. Que ama los animales y no vacila en gastar pesos y más pesos por rescatarlos y que es uno de los salvadores de la Reserva del Puerto, también estaba ahí, colaborando para salvar al puma… y a la gente.

Los del Zoológico hicimos “un estudio del campo”  y armamos la red para que, si el animal después de recibir el dardo, y saltar por “el pinchazo” huía, quedara enredado, facilitando la captura. Jorge Penín, de Canal 8 y colegas de Canal 10, seguían todas las operaciones a corta distancia, desafiando el peligro; también Pablo Funes “conductor” del Dron, corría detrás del “avioncito” filmando todos los detalles y, haciendo una interrupción, “le dio instrucciones al aparato para que volara hasta el puerto, a 8 ó 10 cuadras de donde estábamos,  para ubicar el lugar exacto donde se había iniciado un incendio; (detectó el siniestro en una vivienda familiar y pudimos observar todos los detalles del avance de las llamas): Hizo doblete; las dos notas fueron impagables… Un premio merecido para quien también arriesgó su integridad y el capital económico del Dron.

En medio de gran tensión y respiración contenida, Juan Grassi, puso rodilla en la arena, cerró un ojo, hizo puntería y le dio en los cuartos traseros: nos dimos cuenta porque el puma pegó un salto: ahí se inició la espera: según la experiencia el animal debía dormirse en 15 ó 20 minutos.

Pasado ese lapso otra vez la misma escena para introducirle, en los cuartos traseros, otro dardo anestésico y tranquilizante; pero, al parecer el felino, no conocía estas reglas y al sentir el “pinchazo” emprendió una carrera al estilo del jamaiquino Usain Bolt, recordman mundial en 100 metros.

Yo, y por primera vez hablo en primera persona, corrí con todos los que estábamos ahí, tratando de salvar al animal y evitar una tragedia. Durante 80 ó 100 metros estuve apareado con César Garcés, ambulanciero de Defensa Civil que, en lugar de quedarse escuchando la radio y tomando mate en el vehículo que tenía a su cargo, fue solidario y participó de la captura.

El puma que cruzó la avenida costanera, asustando al conductor de una camioneta que estuvo a punto de arrollarlo,  intentó despistar a sus perseguidores, escondiéndose entre los matorrales.

Todos los que estaban en el lugar, desafiaron el peligro, mientras las radios, canales de televisión y portales informativos de la ciudad (La Capital, 0223, Punto Noticias, mdphoy.com, El  Marplatense, Marpla, El Retrato, etcétera), “transmitían en vivo y en directo” la insólita nota, ante el temor que terminara en una tragedia.

El puma nos hizo bajar de peso ya que hubo que buscarlo, entre los lagos de Mogotes, en instalaciones abandonadas o en montículos de desperdicios. Pero, el Dron y las mujeres policías que desafiaban las leyes de gravedad yendo y viniendo, habían podido ubicar su escondite.

Ahí, otra vez, Juan Grassi y Cristina Bruno, armaron otro dardo, hicieron blanco en la cola del pobre animal y esperaron 20 minutos hasta que estuvo bien dormido; ahí, junto con “Tucho” Méndez, Ariel Olave y Eduardo Bracco, lo envolvieron con redes, lo ataron y lo colocaron en una camioneta que lo traslado hasta el Zoológico de La Sierra. El operativo que se inició, alrededor de las 16, terminó en medio de la oscuridad, alrededor de la hora 23, buscando una jaula para encerrar al puma.

Estábamos contentos por el final feliz, cuando uno de los oficiales que participaban del operativo llegó y me comunicó la infausta novedad; “Ché” el ambulanciero que corría con vos, sufrió un desmayo, tuvo un ACV y cayó, golpeándose la cabeza contra el piso de piedra…

–¿Y cómo está, lo llevaron a la sala de primeros auxilios? Atiné a preguntar…

–Sí, pero murió en el camino…

Fue como una puñalada, y me puse a llorar, por un trabajador, un héroe anónimo, que pudiéndola pasar bien, optó por prestarle sus servicios a la comunidad: todos éramos conscientes que, si no capturábamos al Puma y este huía, había que matarlo para que no cometiera un estropicio con víctimas fatales e inocentes…

Me quedé solo en un rincón, cuestionando a Dios por llevarse a su lado a una persona que optó por prestar un servicio a la comunidad antes que descansar, cuidando la unidad y tomando mate.

Y me sorprendió no ver a ninguna autoridad en el lugar; en ese momento de tensión, en medio del operativo,  acudieron a mi memoria algunas conversaciones mantenidas con el intendente Carlos Fernando Arroyo, cuando “era Zorro Uno”  jefe de Tránsito y expresaba su gran afinidad con todo lo relacionado con la “disciplina castrense”.

¿Puede ser, me dije que tenga un momento de lucidez, y firme una ordenanza, ascendiendo “post mortem” al humilde trabajador César Garcés que ofrendó su vida en defensa de la comunidad? También comunicándose con su familia, haciéndole llegar los pésames en nombre de la ciudadanía marplatense…

La conducta de la víctima es un Orgullo para los criticados empleados municipales que, seguramente como homenaje póstumo, pondrán una placa de homenaje, en su memoria, en dependencias de Defensa Civil…

Cuando a las 12 de la noche habíamos terminado el trabajo iniciado a las 16, me quedé conversando con los dos compañeros del ZOO y todos coincidimos que no se puede nadar contra la corriente y que será imposible cambiar la opinión generalizada -adversa- que de los zoológicos se transmite en los medios y las redes sociales…

Por eso, en “caliente, tome una resolución: en las próximas horas, enviaré una carta documento al Señor intendente Municipal, renunciando al privilegio de haber dirigido, durante más de 22 años, una estación de recibimiento, cura, rehabilitación y posterior liberación, del 85% de los animales autóctonos y exóticos, que se exhibieron en el Parque Ecológico y Faunístico de Sierra de los Padres… Y todo, sin haber recibido, jamás, ningún tipo de ayuda económica, subsidio, subvención, etcétera.

Este ZOO no tuvo una Fundación que lo apoyara económicamente y todos los gastos -los muchos gastos, como pagarle a Fauna por hacer su trabajo y mantener la fauna autóctona, y exótica, alimentación, personal, profesionales, gas, luz-, salieron siempre de la misma billetera, la mía, para que no queden dudas…) Y que también se enteren que nunca vendimos un animal, porque no entremos en el negocio multimillonario de traficar ejemplares, algunos en extinción.

Un detalle más que resalta la calidad y corrección del trabajador argentino; Hasta último momento, Rodrigo Goncálvez, jefe de Defensa Civil,  estuvo colaborando en el operativo, pese a sufrir más que cualquiera de los presentes, la muerte de César Garcés: era su amigo y cuñado en la vida real.

Sus familiares,  compañeros y amigos, tampoco olvidarán nunca el viernes 12 de Agosto de 2016…

Eso que vivimos parece de una novela,  pero sucedió en esta querida Argentina que está patas para arriba…

Conclusión: ¿Qué pasará cuando cierren los zoológicos y acuarios y se produzca la irrupción en medio de la ciudad o cerca de un jardín de infantes, del algún animal salvaje y peligroso?

¿Quiénes lo capturarán?

Respuesta: El concejal Mario Rodríguez y su equipo, seguramente, cumplirán esa tarea y lo harán con las herramientas que le suministrarán Fauna, Guarda Parques, Defensa Civil, etcétera. Esto es: la tecnología de punta que tienen en este momento esas dependencias provinciales y municipales: Hondas (gomeras), palos,  hilo sisal, pinzas para depilar las cejas y alguna que otra caja con fósforos humedecidos.

Oscar A. Gastiarena

DNI 5312.742

oscargastiarena@yahoo.com.ar

Foto: Pablo Funes

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